La Cámara de Representantes de Estados Unidos aprobó este 16 de septiembre de 2025 dos leyes que modifican significativamente el tratamiento legal de menores en Washington D.C., incluida la posibilidad de juzgar como adultos a adolescentes de 14 años acusados de delitos violentos.
Una de las leyes, conocida como D.C. Juvenile Sentencing Reform Act (Proyecto de Ley H.R. 5140), reduce de 24 a 18 años la edad máxima para calificar como “delincuente juvenil” bajo ciertas normas de rehabilitación, eliminándose la discreción de los jueces para otorgar sentencias más leves.
La otra normativa permite que menores de 14 años acusados de delitos graves como homicidio, robo con arma u otros actos violentos sean procesados directamente bajo el sistema penal de adultos, sin necesidad de audiencia preliminar. Hasta ahora, ese umbral estaba en los 16 años, salvo excepciones específicas.
El voto en la Cámara finalizó con 225 a favor y 203 en contra para el proyecto que baja la edad para juicio como adulto. En la votación de la ley que limita las sentencias juveniles más benévolas hasta los 18 años, 240 legisladores apoyaron y 179 se opusieron. Algunos demócratas se unieron a los republicanos en ambos casos.
El debate generó fuerte división. Entre quienes respaldan las reformas, el argumento principal se centra en la seguridad pública, señalando que las leyes actuales permiten que jóvenes infractores cometan delitos graves sin consecuencias proporcionales. Rep. Byron Donalds defendió la medida asegurando que es “locura” que delincuentes sean tratados como menores cuando los delitos son violentos.
Por otro lado, legisladores demócratas, organizaciones de justicia juvenil y líderes locales advierten sobre los riesgos. Critican que tratar como adultos a chicos de 14 años puede ignorar factores como el desarrollo cerebral, la desigualdad racial y las disparidades socioeconómicas. Rep. Robert García expresó que muchos de los menores afectados son afroamericanos y que la medida podría profundizar injusticias.
Las leyes aprobadas anulan o modifican regulaciones vigentes que permitían que acusados jóvenes entre 18 y 24 años pudieran recibir penas reducidas bajo la Ley de Rehabilitación Juvenil (Youth Rehabilitation Act) en Washington D.C., ampliando el rango de aplicación de los castigos más severos.
Estas medidas aún deberán pasar por el Senado de Estados Unidos y enfrentarán posibles vetos y controversias constitucionales, dado que Washington D.C. tiene un grado limitado de autonomía local y sus políticas suelen ser materia de supervisión federal.
Datos previos indican que políticas más benévolas con jóvenes infractores en D.C., como las que permitían sentencias alternativas bajo ciertos programas juveniles, se asociaron con menores tasas de reincidencia comparadas con quienes fueron tratados bajo el sistema de adultos.
La aprobación marca un cambio importante en la política de justicia juvenil en la capital estadounidense, con posibles impactos profundos en menores acusados, sistema penitenciario, autoridades locales y debates nacionales sobre el equilibrio entre seguridad, rehabilitación y derechos de los jóvenes.