Benfica ofreció un exhibición en el Mundial de Clubes al golear 6‑0 al Auckland City en Orlando, con la segunda mitad del encuentro retrasada más de dos horas debido a una tormenta eléctrica que obligó a detener el juego al cierre del primer tiempo. El equipo portugués dominó de principio a fin, sumando goles de Ángelo Di María, Vangelis Pavlidis, Renato Sanches y un doblete de Leandro Barreiro.
Desde el pitido inicial, Benfica se impuso con claridad, pero fue en el tiempo añadido del primer acto cuando Di María inauguró el marcador con un penal convertido. Justo entonces, el árbitro decidió detener el partido ante el inminente riesgo por rayos, reanudándose recién dos horas después . Al regreso, el conjunto entrenado por Bruno Lage continuó su avalancha ofensiva y desnudó la frágil defensa neozelandesa con goles en los minutos 53, 63 y dos más en la recta final, completando un marcador abultado.
Este contundente triunfo coloca a Benfica en condiciones sólidas dentro del Grupo C del torneo, sumando cuatro puntos tras un empate anterior y la victoria ante Auckland, y le permite afrontar con confianza el último compromiso ante Bayern Múnich. Además, el episodio climático subraya los frecuentes desafíos de organizar encuentros en el verano estadounidense: el torneo ya ha registrado múltiples interrupciones por tormentas en distintas sedes.