A 30 años del ‘escorpión’: cuando Rene Higuita hechizó el Wembley con su atajada más famosa

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Tres décadas después, el fútbol sigue recordando la acrobacia que convirtió a René Higuita en leyenda. Un 6 de septiembre de 1995, durante un amistoso entre Colombia e Inglaterra en el mítico estadio Wembley, el portero paisa decidió improvisar la atajada más extravagante de la historia. El mediocampista inglés Jamie Redknapp disparó a media altura desde fuera del área; un balón que cualquier guardameta habría controlado con las manos. Higuita, fiel a su estilo audaz, se lanzó hacia adelante y, con los talones, despejó la pelota como la cola de un escorpión. La jugada dejó atónitos a los 20.000 espectadores en Wembley y a millones de televidentes que no podían creer lo que acababan de ver.

La genialidad no fue fruto del azar. La idea nació dos años antes mientras Higuita filmaba un anuncio de gaseosa con unos niños en Colombia. Uno de los chicos hizo malabares y remató con una chilena; el portero, instintivamente, respondió con una atajada de talones. Fascinado, empezó a practicarla en entrenamientos y calentamientos, esperando el momento ideal para ejecutarla. “Era el balón perfecto”, recordó Higuita en su documental de Netflix. “Pensé: ‘no hay problema’. Y salió perfecto”. La BBC destaca que el disparo de Redknapp cayó “dócilmente” hacia Higuita, quien aprovechó para hacer historia bajo los focos de Wembley.

El ex arquero contó que aquella jugada fue “una obra de arte, un grito de libertad”, más que un simple despeje. Su atrevimiento trascendió el resultado —el partido terminó 0-0— y se convirtió en un sello que lo acompañó durante el resto de su carrera. La Conmebol también conmemoró la efeméride destacando que el ‘escorpión’ cambió la manera de entender la posición del arquero. Los asistentes al estadio, incluidos los comentaristas Martin Tyler y Simon Pryde, reconocieron que al principio pensaron que el árbitro había detenido el juego; luego estallaron en risas y aplausos al comprender la hazaña.

Higuita, apodado “El Loco” por su estilo arriesgado, ya era conocido por salir del área y jugar con los pies. Su carrera está plagada de episodios icónicos, como la Copa Libertadores que ganó con Atlético Nacional en 1989 o su participación en el Mundial de Italia 1990. Incluso se le atribuye haber inspirado la llamada “Regla Higuita”, que prohibió a los porteros tomar con las manos los pases de sus propios compañeros. Pero ninguna de esas gestas capturó tanto la imaginación del público como el escorpión de Wembley.

Treinta años después, la acrobacia sigue inspirando a nuevas generaciones. Higuita volvió al estadio inglés en 2024 y dijo sentirse “sin palabras” al recordar la noche en la que se convirtió en leyenda. Su maniobra, convertida en icono cultural, ha sido replicada en videojuegos, anuncios publicitarios y retos virales. Más que un truco, el escorpión representa la esencia del portero colombiano: irreverente, creativo y dueño de una confianza inquebrantable. Para muchos aficionados en Colombia y en el mundo, aquel salto de talones fue una celebración de la libertad y la audacia en el fútbol.

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