La Administración Distrital de Medellín, en articulación con WWF Colombia, oficializó el lanzamiento de la segunda fase de la campaña «Medellín se vive mejor, sin pena, sin desperdicio», una iniciativa estratégica destinada a reforzar la lucha contra la pérdida de comida en la ciudad. El anuncio, realizado este 18 de diciembre de 2025, plantea un enfoque renovado para el año 2026 que prioriza la generación de evidencia científica y la transformación cultural para mitigar este fenómeno ambiental y social.
Estudios recientes utilizados como base para esta estrategia revelan que el desperdicio de alimentos en la capital antioqueña está fuertemente asociado a barreras culturales y sentimientos de vergüenza. Según los análisis, los ciudadanos a menudo experimentan pena al realizar acciones sostenibles como pedir las sobras para llevar a casa o evitar cocinar en exceso durante reuniones sociales, comportamientos que la campaña busca normalizar y promover.
Para el año 2026, la estrategia contempla la implementación de pruebas piloto en diversos entornos, incluyendo comedores escolares, espacios empresariales y hogares particulares. El objetivo central de estas intervenciones es realizar análisis de residuos y seguimientos de hábitos reales que permitan diseñar soluciones específicas para cada contexto, desde plazoletas de comidas hasta el consumo doméstico.
La Alcaldía de Medellín liderará estas acciones mediante el ejemplo, iniciando un ejercicio interno dentro de sus propias sedes y entidades descentralizadas. Esta medida busca medir y reducir el desperdicio desde la institucionalidad, enviando un mensaje de coherencia y compromiso con el consumo responsable que pueda ser replicado por otros sectores de la sociedad.
Marcela Ruiz, secretaria de Medio Ambiente, destacó la oportunidad que tiene la ciudad de convertirse en un referente nacional en economía circular y seguridad alimentaria a través de la transformación de hábitos. Por su parte, Ferney Díaz, coordinador de Prácticas y Consumo Sostenible de WWF Colombia, enfatizó la importancia de comprender los datos clave del desperdicio para ejecutar intervenciones precisas que fortalezcan el sistema alimentario.
Esta nueva etapa se construye sobre los aprendizajes obtenidos al cierre de 2025, periodo en el que se promovieron actividades educativas como el «Día de dejar el plato vacío», celebrado el pasado 12 de diciembre, y se fomentó el uso de recipientes reutilizables en sitios de alimentación. La consolidación de estos lineamientos técnicos permitirá, a futuro, realizar análisis comparativos para entender mejor la dinámica del desperdicio y replicar modelos exitosos en otras ciudades del país.















