El concejal Daniel Felipe Briceño Montes, del partido Centro Democrático, formalizó este lunes su renuncia irrevocable al Concejo de Bogotá, la cual se hará efectiva a partir del 4 de diciembre de 2025. La decisión fue presentada ante la plenaria del cabildo distrital mediante una carta en la que el político agradeció a los ciudadanos y funcionarios por el acompañamiento durante sus nueve años de trayectoria en la corporación, donde se desempeñó inicialmente como asesor y posteriormente como cabildante. Su salida marca el cierre de un ciclo destacado por un férreo control político y la denuncia constante de irregularidades administrativas, consolidándose como una de las figuras más visibles de la oposición en la capital.
Este movimiento estratégico tiene como objetivo principal habilitar su aspiración a la Cámara de Representantes por Bogotá en las elecciones legislativas del 8 de marzo de 2026. Briceño busca trasladar su agenda de austeridad y vigilancia de los recursos públicos al escenario nacional, perfilándose como una de las cabezas de lista de su colectividad. Aunque el partido aún no ha oficializado la conformación final de las listas, la dimisión anticipada permite al ahora exconcejal concentrarse de lleno en la campaña congresional y cumplir con los requisitos legales exigidos por la normativa electoral colombiana para los servidores de elección popular que buscan cambiar de corporación.
La renuncia en esta fecha específica responde a la necesidad de blindar jurídicamente su candidatura frente a posibles inhabilidades. Aunque la Constitución establece restricciones para quienes ejercen autoridad civil o política 12 meses antes de la elección, la jurisprudencia del Consejo de Estado ha aclarado que, en el caso de los concejales, dicha prohibición no aplica con la misma rigurosidad temporal que para alcaldes o gobernadores, dado que no ostentan ordenación de gasto ni autoridad administrativa directa. Por ello, para evitar la inhabilidad por «coincidencia de períodos», basta con que el concejal presente su renuncia y esta sea aceptada antes del momento de su inscripción oficial como candidato al Congreso.
De esta manera, se desestiman los señalamientos sobre un supuesto impedimento legal por no haber renunciado un año antes de los comicios. Al dimitir antes del cierre de inscripciones de diciembre de 2025, Briceño asegura que no ostentará simultáneamente la investidura de concejal al momento de oficializar su postulación a la Cámara, cumpliendo con la interpretación vigente de la ley. Con el camino jurídico despejado, el dirigente político se prepara para una contienda electoral en la que intentará capitalizar su reconocimiento mediático y los resultados de su gestión local para obtener una curul en el legislativo nacional.
















