El Gobierno Nacional reveló las gestiones realizadas para lograr la liberación de la delegación de alias ‘Calarcá’, retenida en Anorí, Antioquia, en medio del proceso de paz que se desarrolla con ese grupo armado. El episodio, ocurrido en junio de 2024, generó tensiones internas y una prolongada suspensión de las conversaciones.
Tras concluir un ciclo de diálogos, las disidencias al mando de alias ‘Calarcá’ solicitaron autorización para reunirse con sus frentes y explicar que el proceso de paz continuaba a pesar del retiro de alias ‘Iván Mordisco’. La mesa de conversaciones aprobó la solicitud y dispuso un esquema de seguridad con personal de la Unidad Nacional de Protección y acompañamiento de Naciones Unidas.
Durante el desplazamiento, alias ‘Calarcá’ modificó la ruta sin previo aviso, lo que llevó a que su caravana fuera interceptada y detenida por las autoridades. Una vez conocida la retención, la delegación de paz del Gobierno activó gestiones para garantizar la liberación de los integrantes que contaban con suspensión temporal de órdenes de captura debido al proceso de diálogo.
Entre los detenidos se encontraban Diego Armando Vargas, conocido como ‘El Boyaco’, quien se identificó con un nombre que corresponde a una persona fallecida, y Édgar de Jesús Orrego, alias ‘Firu’. Ambos quedaron a disposición de las autoridades debido a que su captura se dio en flagrancia y no existía resolución vigente que suspendiera sus procesos judiciales.
En los reportes posteriores, alias ‘Calarcá’ admitió inicialmente que durante la retención fueron incautados computadores, memorias USB, dinero en efectivo y un proveedor, y reconoció que en los vehículos se movilizaban personas armadas. También aceptó que el cambio de ruta fue un error. Sin embargo, semanas después cambió su versión y aseguró que la retención había sido una trampa para capturarlos, lo que generó un quiebre en la confianza dentro de la mesa.
Esa variación en el relato provocó la paralización del proceso de paz, pues alias ‘Calarcá’ condicionó la continuidad de las conversaciones a la liberación de ‘El Boyaco’ y ‘Firu’. El Gobierno respondió que tal exigencia era inviable debido a que ambos fueron capturados en flagrancia y no contaban con garantías jurídicas activas.
Tras un año de intentos, reuniones parciales y acercamientos aislados, las conversaciones lograron descongelarse y continuar su curso, mientras las investigaciones sobre los hechos en Anorí quedaron en manos de las autoridades competentes.














