El presidente colombiano, Gustavo Petro, protagonizó un nuevo cruce diplomático tras responder al congresista estadounidense Carlos Giménez, quien lo acusó de estar alineado con el Cartel de los Soles, una presunta red de narcotráfico vinculada a altos mandos militares de Venezuela.
En un mensaje difundido en su cuenta de X, Petro sostuvo: “Usted no tiene derecho a sentenciar a ningún presidente elegido popularmente en Latinoamérica. Pudieron sentenciar a Pinochet, pero resultó aliado. Yo tengo las evidencias de los compradores de cocaína colombiana que pasa a Venezuela. Y si la verdad cuesta la cárcel, pues preso voy, también, sargento”.
Las declaraciones se produjeron luego de que Giménez criticara al mandatario colombiano por afirmar que el Cartel de los Soles “no existe” y que se trata de una construcción ficticia utilizada por sectores de extrema derecha para desacreditar a gobiernos de la región. El legislador republicano advirtió que, de comprobarse vínculos con esa organización, Petro podría enfrentar consecuencias legales.
El jefe de Estado colombiano defendió su postura argumentando que el tráfico de cocaína a través de Venezuela no está bajo control de militares de ese país, sino de redes transnacionales ligadas al Clan del Golfo y a disidencias de las FARC. Según Petro, los principales compradores y responsables del negocio se encuentran en Europa y Oriente Medio.
En su mensaje, el presidente colombiano también marcó distancia frente a lo que considera una política de imposición por parte de Estados Unidos en la región. “Se trata de coordinar y no someter”, reiteró, al tiempo que propuso una cooperación trilateral entre Colombia, Venezuela y Washington para enfrentar el narcotráfico desde una perspectiva conjunta.
La controversia se suma a una relación bilateral ya marcada por tensiones. Mientras el gobierno estadounidense mantiene al Cartel de los Soles en su lista de organizaciones criminales y ofrece recompensas por información que conduzca a la captura de sus líderes, Petro insiste en que se trata de un relato político sin sustento real.
El intercambio de declaraciones entre Petro y Giménez refuerza la polarización sobre la lucha contra el narcotráfico y la visión de soberanía regional. Mientras Washington defiende su narrativa de seguridad, Petro apuesta por un discurso que vincula la integración latinoamericana con la democracia, el diálogo y la cooperación internacional.