Una fuerte explosión ocurrida este jueves 21 de agosto de 2025 cerca de la Escuela Militar de Aviación Marco Fidel Suárez, en Cali, dejó al menos cinco personas fallecidas y decenas de heridos, según reportes oficiales. El hecho fue calificado por autoridades como un “atentado terrorista”, y se presume que el artefacto fue colocado en un camión, que estalló en una zona comercial cercana a la base.
La detonación tuvo lugar alrededor de las 14:50 (hora local) en la Carrera Octava, una avenida muy transitada donde además se encuentran establecimientos como un supermercado DollarCity, que resultaron gravemente afectados por la onda expansiva. En la zona fue localizado un segundo vehículo cargado con cilindros explosivos que, según informes, no llegaron a estallar y fueron neutralizados por equipos antiexplosivos.
El alcalde de Cali, Alejandro Eder, denunció el hecho como un ataque narcoterrorista, confirmó el número preliminar de víctimas —cinco muertos y 36 heridos— y anunció restricciones al ingreso de camiones a la ciudad, además de ofrecer una recompensa de hasta 400 millones de pesos (aproximadamente USD 100 000) por información que permita capturar a los responsables.
El presidente Gustavo Petro señaló que el atentado sería una reacción de disidencias de las FARC, especialmente del Frente Carlos Patiño del Estado Mayor Central, tras ofensivas militares recientes en la región del Cañón del Micay. El ataque, además, se presentó horas después del derribo de un helicóptero policial en Antioquia, lo que eleva la atención sobre una posible escalada de violencia coordinada en varias regiones del país.
Testimonios recogidos en medios locales, como El Tiempo, describen escenas dramáticas: uno de los afectados relató que tras el estruendo se fue la luz, parte del techo se desplomó sobre su oficina, y personas ensangrentadas quedaron en el piso mientras trataban de auxiliar a sus compañeros. Estos relatos subrayan el impacto directo sobre civiles y la infraestructura urbana en inmediaciones de la base.