En las últimas horas, fuentes oficiales confirmaron la presencia de un avión militar Boeing P‑8 Poseidon sobrevolando el espacio marítimo limítrofe con Venezuela. Este despliegue se enmarca en una estrategia más amplia de Estados Unidos en el sur del Mar Caribe, orientada a la interdicción del narcotráfico y la vigilancia marítima.
El congresista republicano Carlos Giménez anunció en su cuenta de X que “Hemos desplegado un avión P‑8 Poseidon desde USA hacia Venezuela. Este avión militar se especializa en patrulla marítima y guerra antisubmarina. La recompensa de $50 millones aún está disponible. Les queda poco”. Sus declaraciones se suman al contexto del endurecimiento de la política estadounidense hacia el régimen de Nicolás Maduro.
Paralelamente, informaciones de Reuters detallan que tres destructores equipados con sistema Aegis —el USS Gravely, USS Jason Dunham y USS Sampson— zarparon con destino a aguas cercanas a la costa venezolana. Se espera que lleguen en las próximas 36 horas como parte de los esfuerzos de contención contra los cárteles del narcotráfico.
Este dispositivo militar comprende, además, un submarino de ataque nuclear, fuerzas anfibias como el grupo de preparación Iwo Jima ARG y la 22.ª Unidad Expedicionaria de Marines, así como radares aerotransportados tipo E‑3 Sentry, sumados a los P‑8 Poseidon, para fortalecer la vigilancia marítima y aérea.
El Boeing P‑8A Poseidon es un avión de patrulla marítima y reconocimiento, derivado del Boeing 737, capaz de operar en misiones antisubmarinas, de superficie, inteligencia, vigilancia, reconocimiento y búsqueda y rescate. Está equipado con sonoboyas, radar multisuperficie, misiles antibuque Harpoon y torpedos.
Estas acciones forman parte de una ofensiva más amplia de Washington contra organizaciones del narcotráfico en América Latina, las cuales han sido señaladas como “grupos terroristas” por la administración estadounidense. La recompensa por información que conduzca al arresto de Nicolás Maduro ha sido duplicada a 50 millones de dólares .
Por su parte, el gobierno de Venezuela ha reaccionado con vehemencia ante esta presencia militar en zonas limítrofes. Nicolás Maduro calificó las maniobras como una amenaza absurda, anunciando la movilización de 4,5 millones de milicianos para ostensiblemente proteger soberanía, mares y cielos.