El exjefe de despacho presidencial Alfredo Saade reaccionó con fuertes acusaciones contra el ministro del Interior, Armando Benedetti, y la excanciller Laura Sarabia, después de conocerse la decisión de la Procuraduría General de la Nación de suspenderlo por tres meses en el marco de la investigación por el polémico contrato de los pasaportes en Colombia.
La Procuraduría adoptó la medida disciplinaria al considerar que Saade habría incurrido en presuntas extralimitaciones de funciones al intervenir en la contratación de los documentos, favoreciendo un convenio con Portugal y apartando a la empresa Thomas Greg & Sons, tradicional proveedora del Estado en este proceso. El organismo de control aseguró que la suspensión busca garantizar la transparencia del trámite investigativo.
En un extenso mensaje publicado en su cuenta de X, Saade cuestionó la imparcialidad de la decisión y lanzó señalamientos directos contra figuras del Gobierno y del círculo cercano al presidente Gustavo Petro. “¿A quién tan poderoso le quité el negocio de los pasaportes para que el procurador actuara así? ¿El esposo de Laura Sarabia que trabaja en la Procuraduría intervino? El procurador me saca del lado del presidente @petrogustavo por orden de Benedetti y sus secuaces”, escribió el suspendido funcionario.
Saade aseguró que no se retira por actos de corrupción, sino por haber intentado, según él, “beneficiar a la nación quitándole el contrato de los pasaportes a las mafias, tal como me lo ordenó el presidente Gustavo Petro”. En su defensa, afirmó que su debido proceso fue violado y anunció que junto con su equipo jurídico llevará el caso hasta las últimas instancias.
El ministro del Interior, Armando Benedetti, negó de inmediato cualquier participación en la sanción, señalando que no tuvo injerencia en la decisión de la Procuraduría y pidiendo a Saade no responsabilizarlo de un proceso que es competencia exclusiva del órgano de control.
Por su parte, la figura de Laura Sarabia volvió a quedar en el centro de la controversia. Saade sugirió que la influencia de su esposo en la Procuraduría pudo haber incidido en la decisión, un señalamiento que aumenta las tensiones políticas dentro del Gobierno, ya marcado por la crisis alrededor de la licitación de pasaportes.
El caso, que también involucra a la excanciller Sarabia y a su antecesor Luis Gilberto Murillo, refleja las divisiones internas en la administración Petro y mantiene en la agenda pública el debate sobre la transparencia en los procesos de contratación estatal.
