Vistazo a los hechos: Petro y Maduro se quedan solos

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Por: Gabriel Zapata Correa 

Los hechos son más relevantes que las palabras. Nuestro autoritario presidente dice que no defiende a su amigo el dictador Nicolás Maduro, a quien no ha sido capaz de descalificar en el concierto internacional por haberse robado las elecciones. Pero en cambio, no ha cesado en sus ataques a María Corina Machado por haberse ganado el Nobel de la Paz.

A Petro le ha dolido en el alma ese Nobel de la Paz, y podríamos decir sin lugar a equivocarnos, que solo este mandatario con aires de dictador y su dilecto amigo, el sátrapa Nicolás Maduro, han sido de los pocos dirigentes en su nivel que salieron a darle garrote a María Corina Machado, hasta el punto de que el tirano de Venezuela cerró su embajada en Noruega. Poco le faltó a Petro para hacer lo mismo en Colombia, en solidaridad con su amigo el dictador.

Por eso son muy importantes las declaraciones del presidente de Chile, Gabriel Boric, precisamente en contraste con la amargura de Petro por el Nobel de Paz a Corina Machado. Y contrastan porque Boric habló frente a varias personas, entre ellas, su homólogo italiano Sergio Mattarella y algunos políticos y diplomáticos en Roma, en la conmemoración de los 50 años del atentado contra el exministro Bernardo Leighton y su esposa Ana Fresno. Y todo, mientras Petro guardaba silencio ante el atentado contra dos activistas venezolanos antimaduristas en Bogotá. Petro nunca podrá calificar de derechista o de paraco a Boric por estas afirmaciones, en las cuales, con toda seguridad, hay indirectas-directas contra el mandatario colombiano.

La versión de Semana es seria. El presidente de Chile, Gabriel Boric, mostró una clara diferencia con su par colombiano al criticar, directamente, al dictador venezolano, Nicolás Maduro.

El mandatario chileno alertó sobre “desvíos autoritarios” en el mundo actual, mientras arremetía contra las dictaduras de Nicaragua o Venezuela. “Las dictaduras y los líderes autoritarios cruzan frontera para imponer el miedo cuando creen que pueden hacerlo impunemente”, dijo Boric.

“Sin ir más lejos, en Chile tenemos el caso del asesinato de un exmilitar venezolano, en donde uno de los sospechosos de haber perpetrado el asesinato es el mismo régimen del dictador Nicolás Maduro, que se robara las elecciones en su patria”, agregó el jefe de Estado chileno.

“Es importante decir desde la izquierda que no podemos perder de vista que los desvíos autoritarios pueden estar a la orden del día en cualquier lado y que la defensa de la democracia tiene que ser sin dobles estándares”, agregó Boric.

“Que la defensa de los derechos humanos es siempre, porque los derechos humanos son un avance civilizatorio y no son patrimonio de un sector político en particular”, aseveró. Más claro no canta un gallo.

Es imposible desligar estas afirmaciones de Boric, de nuestro autoritario presidente. Como uno de los líderes más coherentes de la región Boric está llamando la atención sobre la necesidad de que el continente se una contra las dictaduras. Su franqueza deja al desnudo a Petro, quien no pierde oportunidad para defender a Maduro en cualquier escenario, hasta el punto de negar la existencia del Cartel de los Soles, con su supuesta disculpa de atacar al presidente Trump por la guerra en el Medio Oriente.

Vale la pena preguntar si se ha escuchado una voz diferente a la de Petro defendiendo al sátrapa Nicolás Maduro. Ni Lula Da Silva presidente de Brasil ni Claudia Sheinbaum de México y ni hablemos de España.

Esto demuestra que Petro y Nicolás Maduro se están quedando solos. El primero en su silencio cómplice ante el robo de las elecciones en Venezuela, y el segundo en el reino de las violaciones de los derechos humanos que Petro no ha sido capaz de condenar. En el argot popular decimos que el que calla otorga.

La historia es categórica, seria y no perdona. A Petro le faltan 346 días de este mal gobierno. Y cuando salga de Palacio, y Maduro lo despida desde su interminable dictadura, la historia dirá que el tirano perdió a su incondicional aliado.

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