Trump terminará recibiendo a Petro – Crónicas de Gardeazábal

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Por: Gustavo Álvarez Gardeazábal

Andan muy equivocados quienes piensan que Petro fue anulado definitivamente porque los gringos le quitaron la visa de entrada y lo incluyeron en la Lista Clinton.

Como la moral norteamericana es ajustable a las circunstancias, después de que ayer el presidente Trump recibió en la Casa Blanca al presidente de facto que gobierna en Siria, no sería absurdo pensar que también pueda recibir en un futuro a Petro en los mismos sillones del Salón Oval.

Y lo digo no por reírme de la inteligente habilidad de los gringos para ser el imperio que domina al mundo, sino porque basta con repasar hacia atrás quién era, hasta hace unos años, Ahmed Al-Sharaa, y comprobar que, llamándose Al-Julani, llegó a ser jefe máximo del grupo rebelde islamista HTS y a dominar, luego de la guerra civil siria, la región de Idlib.

Pero, sobre todo, porque por su cabeza los gringos ofrecían entonces cinco millones de dólares, acusándolo —mentirosamente— de haber tenido que ver con la caída de un avión de pasajeros de la TWA en 1986 en Grecia. No hay más que reírse de la forma tan particular que tienen los gringos para recular hasta el extremo, como ocurrió ayer con Trump, y seguir tan frescos, libres de toda interpretación.

En tales condiciones, si reciben al señalado y perseguido presidente sirio, no tiene por qué resultar imposible que el mismo Trump reciba, antes del 7 de agosto, al presidente Petro y le perdone sus insensateces.

Por supuesto, ya el emperador gringo —y los colombianos sí que más— sabemos muy bien la facilidad de serpiente que posee nuestro presidente para salirse inverosímilmente de situaciones parecidas. Así lo hizo cuando dijo que no recibiría los aviones norteamericanos cargados de ciudadanos colombianos que vivían irregularmente como inmigrantes en los Estados Unidos.

Y ya lo hemos visto estos días buscándole la comba al palo para librarse hasta de su perifoneo provocador en las calles de Manhattan.

Petro es Petro, no lo olvidemos.

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