El presidente de los Estados Unidos, Donald Trump, anunció este miércoles la suspensión inmediata de toda ayuda financiera de Washington a Colombia, y calificó al presidente Gustavo Petro como “un matón y un tipo muy malo”, en una escalada sin precedentes en las relaciones bilaterales.
Según Trump, la administración colombiana ha tolerado una producción masiva de drogas que “pasa por México”, y advirtió que “tomará medidas muy serias contra él [Petro] y su país, o lo que se ha convertido su país, que es una trampa mortal”.
El mandatario estadounidense precisó ante periodistas en la Oficina Oval que “a partir de hoy hemos suspendido todos los pagos a Colombia”. Estas declaraciones se producen pocos días después de que EE.UU. realizara un ataque contra una embarcación frente al Pacífico colombiano, atribuido al narcotráfico.
En el transcurso de su mensaje, Trump afirmó que Colombia no ha cumplido con su labor en la lucha contra las drogas, calificando al presidente Petro como “un líder del narcotráfico” e implicando directamente al Gobierno colombiano en la cadena del crimen organizado.
Por su parte, Gustavo Petro respondió en la red social X calificando las acusaciones de Trump como “calumnias que me han lanzado en el territorio de los EE.UU.” e indicó que se defenderá “judicialmente con abogados estadounidenses en la justicia estadounidense”.
Esta decisión representa un importante giro en la política exterior estadounidense hacia Colombia, país que ha sido tradicionalmente considerado uno de los aliados estratégicos de Washington en América Latina, especialmente en materia antinarcóticos. En 2024, Colombia reportó incautaciones por cerca de 1.000 toneladas de cocaína, lo que representó el 65 % de las aprehensiones mundiales de esa droga, según datos de analistas regionales.
Especialistas advierten que el cese de la ayuda estadounidense podría afectar de forma significativa la cooperación en seguridad y defensa entre ambos países, justo en un momento en que Colombia enfrenta un repunte de la violencia, cultivos ilícitos y presencia de grupos armados.
Aunque Trump también aludió a la imposición de nuevos aranceles —como sanción económica adicional— contra las exportaciones colombianas hacia EE.UU., las declaraciones se han centrado hasta ahora en la suspensión de los subsidios estadounidenses.
El impacto de esta ruptura diplomática aún es incierto, pero abre un escenario complejo para Colombia en materia de seguridad, economía y relaciones internacionales. La respuesta estadounidense podría incluir medidas adicionales o un monitoreo más estricto al comercio y a la cooperación militar.














