Rusia y Ucrania concluyeron este miércoles 23 de julio en Estambul una tercera ronda de negociaciones que resultó breve y centrada en la continuidad del intercambio de prisioneros, sin avances hacia una tregua o cierre del conflicto. Ambas delegaciones se comprometieron a coordinar un nuevo canje de al menos mil doscientos personas por bando, incluyendo militares y civiles, especialmente heridos y menores cautivos.
Los envíos anteriores ya habían liberado a cientos de prisioneros desde mayo. En esta ocasión, se acordó que Rusia entregará cuerpos y heridos, y Ucrania hará lo propio con sus detenidos en territorio ruso. Medinski, jefe de la delegación rusa, indicó que Moscú devolvería restos de hasta tres mil fallecidos.
Ucrania, representada por Rustem Umérov, insistió una vez más en que no habrá conversaciones sustantivas sin un alto el fuego genuino que cese los bombardeos sobre infraestructuras civiles. Sin embargo, Rusia rechazó la propuesta y sólo ofreció treguas tácticas de 24 a 48 horas en sectores del frente para permitir evacuaciones médicas.
Sobre un posible encuentro directo entre los presidentes Vladimir Putin y Volodímir Zelenski, la propuesta ucraniana incluía participación de Turquía y Estados Unidos. Medinski descartó esa opción hasta que no haya un acuerdo definitivo, asegurando que “primero hay que firmarlo, después se discute”.
Rusia propuso además la creación de tres grupos de trabajo políticos, militares y humanitarios que operen de forma remota para mantener el canal diplomático activo sin necesidad de viajes frecuentes. Esta iniciativa abre una vía técnica para mantener interlocución pese al estancamiento.
La comunidad internacional, especialmente Estados Unidos tras un plazo de 50 días ofrecido a Rusia por el presidente Donald Trump, observa con preocupación este estancamiento. La continuidad del conflicto y la falta de un alto el fuego duradero mantienen la crisis humanitaria sin solución a la vista.
En resumen, la tercera ronda diplomática en Estambul deja acuerdos parciales pero sin tregua. El intercambio de prisioneros completa un componente humanitario dentro del proceso, aunque la paz sigue lejos mientras las potencias clave y los bandos enfrentados no decidan avanzar hacia compromisos políticos y militares más audaces.
