El presidente Gustavo Petro anunció que interpondrá denuncias ante la Corte Suprema de Justicia contra quienes lo responsabilicen por el asesinato del senador y precandidato presidencial Miguel Uribe Turbay. El mandatario calificó como “calumnias” los señalamientos en su contra y lamentó la muerte del dirigente político, a quien describió como víctima de un hecho de conmoción nacional. El pronunciamiento se dio en la ceremonia de ascenso al grado de brigadier general de dos coroneles de la Policía Nacional, donde insistió en la necesidad de esclarecer el crimen con rigor investigativo.
Petro enfatizó que no existe evidencia que relacione la violencia política con el atentado ocurrido el pasado 7 de junio en Bogotá y que, tras más de dos meses hospitalizado, acabó con la vida de Uribe el 11 de agosto de 2025. Recordó que hasta el momento seis personas han sido capturadas en relación con el ataque, perpetrado por un menor de edad durante un acto electoral. El jefe de Estado señaló que las responsabilidades del caso no recaen en la Unidad Nacional de Protección ni en la Policía, instituciones que, dijo, también defenderá de acusaciones infundadas.
Durante su discurso, el mandatario llamó a reflexionar sobre el impacto histórico del odio político en Colombia, aunque aclaró que no hay pruebas que indiquen que este factor fuera determinante en la muerte del senador. Aseguró que vincular a su gobierno con ese crimen constituye un delito y que quienes difundan esa versión buscan manipular políticamente la tragedia para ganar votos.
Petro subrayó que acudirá a la vía judicial, no a la venganza, como corresponde en una democracia. “Presentaré denuncias a la Corte contra quienes insinúan calumnias con intención electoral”, afirmó, al tiempo que reiteró que la dignidad de las personas y de las instituciones debe estar por encima de intereses partidistas.
El fallecimiento de Miguel Uribe Turbay ha generado fuertes reacciones en distintos sectores políticos y sociales, que reclaman garantías para los candidatos y un debate democrático libre de violencia. Mientras el país vive jornadas de duelo en el Capitolio Nacional, persiste la tensión entre el gobierno y la oposición, en medio de acusaciones cruzadas y un clima de desconfianza.
El presidente pidió reforzar la investigación con apoyo nacional e internacional para conocer las causas reales del crimen y garantizar verdad y justicia. También insistió en que los señalamientos sin fundamento desvían la atención de los verdaderos responsables y ponen en riesgo la institucionalidad del país.
La controversia por sus declaraciones se suma a un escenario político marcado por el recrudecimiento de la violencia y el ambiente electoral hacia 2026, donde el gobierno busca sostener la legitimidad de sus acciones mientras enfrenta cuestionamientos de sectores que lo responsabilizan de manera directa o indirecta por el asesinato de Uribe.