El presidente Gustavo Petro reconoció públicamente su respeto por el fallo de la Corte Constitucional, que suspendió la intervención a la EPS Sanitas ordenada por la Superintendencia Nacional de Salud, y aprovechó para reforzar su propuesta de reforma sanitaria. En un mensaje compartido en X, aseguró que la única solución real es construir un sistema de salud en el que las EPS dejen de ser intermediarias financieras y se conviertan en gestoras de atención preventiva y asistencial, con pagos directos del Estado a clínicas y hospitales.
El mandatario explicó que con esa estructura los pacientes podrían elegir libremente dónde recibir atención y se fortalecería un sistema universal de atención preventiva y primaria en todo el país, lo que a su juicio reduciría costos y mejoraría resultados. Precisó que ya hay más de cinco millones de familias cubiertas por atención preventiva, y que se han contratado 90 000 personas para conformar este nuevo modelo.
Petro acató el fallo, que ordena a Sanitas asumir plena responsabilidad financiera —incluyendo reservas técnicas y deudas con la red hospitalaria—, pero reiteró sus críticas a las EPS privadas, a las que acusa de priorizar sus activos sobre el bienestar público y de no responder con su patrimonio ante las deudas que generan. Según él, este sistema derivó en la construcción de clínicas financiadas con recursos públicos que luego funcionan con pasivos que nunca se saldan completamente.
El presidente advirtió al Congreso que se cierra una ventana de oportunidad: si no se aprueba la reforma que elimina el papel de intermediación de las EPS, el sistema colapsará. Enfatizó que las EPS que no tengan capacidad financiera suficiente deberán liquidarse y sus usuarios migrarán a otras entidades viables, recalcando el carácter urgente de una transformación que sostenga la atención preventiva y garantice sostenibilidad y equidad.