El presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, emitió un ultimátum a las aerolíneas internacionales que han suspendido vuelos al país al ordenar que retomen sus operaciones en un plazo de 24 horas o verán revocadas sus licencias de funcionamiento en territorio venezolano.
La medida fue comunicada por el organismo regulador nacional, el Instituto Nacional de Aeronáutica Civil (INAC), tras una ola de cancelaciones de vuelos hacia y desde Venezuela luego de que la Federal Aviation Administration (FAA, por sus siglas en inglés) emitiera una alerta por una “situación potencialmente peligrosa” en el espacio aéreo del país y el sur del mar Caribe.
La asociación del sector aéreo, International Air Transport Association (IATA), que agrupa a más de 350 compañías, advirtió que la decisión del gobierno venezolano podría reducir aún más la conectividad del país, que ya afronta uno de los niveles más bajos en la región.
Diversas compañías como Iberia, Air Europa, TAP Air Portugal, Turkish Airlines, Gol Linhas Aéreas, Avianca y LATAM Airlines suspenderon sus vuelos hacia Caracas en los últimos días citando el riesgo para sus operaciones ante el aviso de la FAA.
El contexto de la suspensión incluye un aumento en la actividad militar de EE.UU. en la región, lo que motivó la alerta de la FAA. Esta escalada se produce en un marco de tensiones diplomáticas y de seguridad, al tiempo que Washington vincula al gobierno de Maduro con la trama criminal del llamado Cartel de los Soles.
El ultimátum pone a las aerolíneas ante dos opciones: volver a operar hacia Venezuela en condiciones que actualmente muchas condiciones consideran inseguras o afrontar la pérdida de permisos oficiales para hacerlo. Si la revocación de licencias se ejecuta, esto implicaría una mayor desvinculación de Venezuela del sistema comercial aéreo internacional.
La instrucción del INAC no indicó sanciones concretas, plazos detallados ni cómo se evaluará el cumplimiento de las aerolíneas, lo cual añade un grado de incertidumbre para las compañías involucradas y para los viajeros afectados.
La situación impacta también en el flujo de personas y mercancías hacia Venezuela, país que ya sufre desde hace años restricciones operativas y conectividad reducida. La decisión de Maduro podría agravar el aislamiento del país, tanto turístico como comercial, en un momento crítico de su economía y relaciones internacionales.














