A medida que se acercan las elecciones legislativas de 2026, el panorama político colombiano experimenta una transformación significativa en su estrategia electoral. Diversas colectividades han decidido apostar por una renovación visible en sus listas al Congreso, priorizando a mujeres en las cabezas de lista e integrando a figuras ajenas a la política tradicional, conocidas como ‘outsiders’. Esta maniobra busca conectar con un electorado cada vez más escéptico y capitalizar el descontento ciudadano frente a las estructuras partidistas convencionales.
Uno de los movimientos más destacados en esta tendencia es ‘Creemos’, liderado por Federico Gutiérrez. La colectividad ha oficializado a Juliana Gutiérrez Zuluaga como cabeza de lista al Senado, una decisión que rompe con la tradición de ubicar a barones electorales en los primeros renglones. Gutiérrez Zuluaga, administradora de empresas y experta en gerencia de riesgos, representa un perfil técnico y gerencial, alejado de las maquinarias políticas tradicionales. Su designación envía un mensaje claro de renovación y meritocracia técnica como bandera de campaña.
En la misma línea de diversificación, las listas incluyen a personalidades que provienen de sectores ajenos al legislativo. Tal es el caso del general (r) Eliécer Camacho, excomandante de la Policía de Bogotá, quien incursiona en la política electoral bajo las banderas de la seguridad y el orden. La inclusión de miembros de la fuerza pública en retiro y figuras mediáticas responde a la búsqueda de nichos de opinión específicos y al intento de trasladar la popularidad de otros sectores al capital electoral legislativo.
Por otro lado, el Pacto Histórico también ha movido sus fichas con figuras femeninas de alto perfil ideológico. La exministra de Salud, Carolina Corcho, se perfila como una de las protagonistas centrales en la lista al Senado de la coalición de gobierno. Su liderazgo busca consolidar el voto de opinión de la izquierda y defender las reformas sociales del actual ejecutivo, apostando por una figura que, aunque ha ejercido cargos públicos, se presenta como una voz activista y técnica frente a la «vieja política».
En el espectro de centro y las coaliciones independientes, nombres como Sofía Gaviria en el partido Verde Oxígeno también resuenan como cabezas de lista, reforzando la narrativa de víctimas y reconciliación. Asimismo, sectores alternativos discuten el protagonismo de liderazgos jóvenes como el de Jennifer Pedraza, quien representa el salto de la Cámara al Senado, encarnando una renovación generacional que apela al voto joven y universitario.
Analistas políticos coinciden en que esta configuración de listas no es casualidad. Ante el desgaste de los partidos tradicionales y la polarización del país, las colectividades buscan «lavar su imagen» y ofrecer rostros frescos que prometan eficiencia y desconexión con las prácticas clientelistas del pasado. La apuesta por mujeres y ‘outsiders’ se convierte así en el eje central de la contienda de 2026, donde la forma de hacer política parece estar obligada a cambiar para sobrevivir.
