Por: Aldrin García Balvin – Director de Totus Noticias
Mientras el Centro Democrático se debate en la búsqueda de su candidato ideal, yo me encuentro en medio de este análisis de precandidatos, observando cómo Paloma Valencia se perfila como una de las opciones más interesantes. Y es que, en un panorama donde los egos suelen ser protagonistas, una mujer con su temple y visión no pasa desapercibida.
Paloma Valencia es una figura que ha demostrado a lo largo de su carrera en el Congreso ser una de las voces más consistentes del Centro Democrático. En un país que ha tenido en su historia presidentes hombres, no deja de ser relevante pensar en el potencial de una mujer con la claridad y fortaleza de Paloma para ocupar el cargo más importante de la nación.
Su compromiso con la seguridad y el orden ha sido una de sus banderas, siempre desde una perspectiva que busca proteger a los ciudadanos y fortalecer la institucionalidad. En un país que ha enfrentado tantos desafíos, una mujer con esa convicción podría marcar una diferencia significativa.
Su trayectoria como senadora ha estado marcada por su capacidad de liderazgo y su claridad en el debate. Paloma ha sabido llevar a las plenarias discusiones de fondo, con argumentos sólidos, lo que le ha valido el respeto de sus pares y de la opinión pública. Esa capacidad es crucial cuando pensamos en una presidenta que pueda unir al país.
Más allá de su trabajo en la política nacional, Paloma Valencia mantiene una cercanía auténtica con las regiones. Ha recorrido el país escuchando a las comunidades, lo que le ha permitido tener una visión integral de las necesidades de los colombianos. Esta cercanía es clave cuando se piensa en una líder que pueda representar a todos los rincones de Colombia.
Su enfoque en la economía no se queda en la teoría, sino que busca un crecimiento que realmente se traduzca en oportunidades para todos, especialmente para las regiones que han sido históricamente olvidadas. Una presidenta con esa visión podría transformar la economía de manera equitativa.
En cada debate, Valencia demuestra una mezcla de firmeza y respeto, cualidades que la hacen destacar entre los precandidatos. No es solo su preparación, sino su coherencia en temas fundamentales, lo que la posiciona como una opción seria para liderar el país. Y no es menor el hecho de pensar en una mujer con estas cualidades al frente de la presidencia.
En un escenario político donde la confianza es un bien escaso, Paloma Valencia se presenta como una figura que puede tender puentes entre el legado del Centro Democrático y las demandas de una Colombia que busca seguridad, prosperidad y justicia. Y quizás, ha llegado el momento de pensar que esa figura puede ser una mujer presidenta.
