El presidente Gustavo Petro expresó este jueves su profunda preocupación por el recrudecimiento de la tensión entre Estados Unidos y Venezuela, y advirtió que cualquier acto militar que implique el lanzamiento de misiles en territorio venezolano podría tener impactos directos sobre Colombia.
Durante una declaración pública, el mandatario afirmó con firmeza: “Si caen misiles en Venezuela, eso sí es asunto mío”, señalando que la estabilidad regional y la seguridad fronteriza no pueden ser asumidas como neutrales. Añadió que su gobierno rechaza toda escalada bélica y sostiene que la región debe privilegiar el diálogo y la cooperación como mecanismos de solución.
Petro subrayó que su administración adopta una postura de defensa de la paz y rechazó expresamente cualquier tentativa de confrontación militar en América Latina. Hizo un llamado a la comunidad internacional y a organismos multilaterales para que intervengan de forma preventiva y propicien soluciones diplomáticas entre los países involucrados.
El pronunciamiento del presidente colombiano ocurre en un contexto de creciente alarma por movimientos militares reportados en la frontera entre Colombia y el estado venezolano de Táchira, hechos que han encendido los temores en las poblaciones del oriente colombiano. Según diversos medios, Petro ha advertido que un ataque contra Venezuela podría disparar flujos migratorios, agravar la inseguridad y comprometer la paz fronteriza.
En paralelo, el gobierno colombiano confirmó que Petro no asistirá a la próxima Cumbre de las Américas en República Dominicana. Según sus declaraciones, propuso a Estados Unidos una reunión en el marco de la CELAC para abordar temas de integración, pero no recibió respuesta.
Como antecedente cercano, el presidente venezolano Nicolás Maduro denunció recientemente que 1.200 misiles estadounidenses apuntan al territorio venezolano y que existe un despliegue militar en la región caribeña, lo cual consideró una amenaza en los términos más críticos.
Este escenario regional también está marcado por recientes operaciones militares en el Caribe entre Estados Unidos y Venezuela, algunas de ellas dirigidas contra embarcaciones sospechosas de tráfico ilícito en aguas internacionales. Petro ha sugerido que en una de esas acciones podría haber colombianos a bordo, y ha propuesto que Qatar actúe como mediador para facilitar negociaciones.
El contexto de tensión se agrava en zonas fronterizas como el norte de Santander y el Catatumbo, regiones ya afectadas por la violencia de grupos armados en Colombia y su posible extensión transfronteriza.