EL AJEDREZ DE LAS MAMADAS – Crónicas de Gardeazábal

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Por: Gustavo Álvarez Gardeazábal

Mamarse de un negocio o bajarse de una posición ha sido costumbre milenaria. Por estos días, cuando vemos los ires y venires del gobernante frente a Trump y los Estados Unidos, pienso que el presidente Petro, a lo que juega con habilidad, es al ajedrez de las mamadas.

Probablemente, porque debe haber sido muy fastidioso no encontrar quién le venda en el extranjero gasolina para el avión presidencial, o porque quiere provocar al emperador gringo, en pocos días le entregó nueve colombianos en extradición, le pidió públicamente al emir de Catar que intercediera ante Trump para que le bajara el tono a la pelea y, al mismo tiempo, anunció que va a volver a la ONU.

No aceptar la realidad o deformarla ha sido un vicio de este cuatrienio. Pero suena a provocación correr el riesgo de que el gobierno de Washington se pase otra vez por la faja la obligación ante la ONU de recibir en Nueva York a todo representante oficial de los gobiernos que acoge la organización mundial, y le impida a Petro ingresar a territorio gringo, como lo hizo con el presidente palestino en las sesiones de septiembre.

Argüir, en una y otra entrevista o declaración, que al presidente lo metieron en la Lista Clinton porque le compró los aviones a Suecia y no a los gringos es, sin duda, jugar al ajedrez de las mamadas.

Quizás el avance de los ejércitos de los traquetos en el territorio nacional —alcanzando la cifra de 25 mil hombres armados cuidando 300 mil hectáreas de coca, como lo publicó El Tiempo ayer— es una confirmación de que la paz de Santos resultó chimba y que es un fracaso innegable la Paz Total de Petro.

Pero, sobre todo, que según los informes militares citados en ese artículo, ese avance de los traquetos se convierte en una prueba para el gringo de que aquí lo que hay es un Estado narco.

Quizás jugar ajedrez con la mamada sea una imitación del método de Trump con sus aranceles amenazadores. Quizás…

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