Contracorriente: Miño Naranjo: Legado histórico del pasillo ecuatoriano

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Por: Ramón Elejalde Arbeláez 

El dueto Miño Naranjo es una de las expresiones más emblemáticas de la música tradicional ecuatoriana, reconocido por su aporte al género y por mantener viva la esencia folclórica de ese país. Este dúo, conformado en 1958 por los hermanos Luís Eduardo y Héctor Danilo Miño Naranjo, se convirtió en un referente indiscutible que trascendió generaciones. Su presencia física entre nosotros se ve frustrada con la muerte de Luis Eduardo, el pasado 12 de los corrientes.

Vida y trayectoria artística. Originarios de Ambato (Ecuador), los hermanos Miño Naranjo iniciaron su carrera musical en una época donde la música folclórica enfrentaba nuevos desafíos frente a las corrientes urbanas y modernas. Sin embargo, su pasión por las raíces ecuatorianas y el amor por el canto popular los impulsó a seguir adelante, logrando consolidar un estilo propio que mezcla ritmos andinos con melodías tradicionales.

Desde sus primeros años, Luis Eduardo y Héctor Danilo demostraron un talento innato para la interpretación vocal y una química especial. Su repertorio incluyó temas emblemáticos del folclor, con letras que retratan la vida cotidiana, el paisaje y la identidad cultural del Ecuador. Interpretaron pasillos, yaravíes, boleros, sanjuanitos, zambas, fox incaicos y albazos. En 1964 participaron en el II Festival de la Canción Iberoamericana en Barcelona, España, y obtuvieron cuatro medallas de oro y reconocimiento internacional. También fueron galardonados en el Festival de la Canción Latina en México y en el de Flor de Loto en Osaka (Japón). En febrero de este año participaron en el que fuera su concierto de despedida en la ciudad de Quito, aunque posteriormente, el 29 de mayo, hace menos de un mes, se presentaron en el teatro Nacional de la Cultura, en Quito, junto a Eva Ayllón, del Perú. Fueron más de 68 años de vida artística dedicada con mucho amor a la música, especialmente el pasillo triste ecuatoriano, que en Colombia escuchamos con deleite y que incluso, lo hacemos muy nuestro.

A lo largo de su carrera, el Dueto Miño Naranjo grabó numerosos discos y realizó presentaciones en festivales nacionales e internacionales, llevando la música ecuatoriana a escenarios importantes y ganándose el reconocimiento del público y la crítica. Su dedicación les permitió ser embajadores culturales, contribuyendo a que el folclor ecuatoriano mantuviera su vigencia y encanto.

Cabe mencionar que, en el año 2018, Héctor Danilo Miño Naranjo, sobreviviente del Dueto, sufrió un accidente que puso en pausa temporalmente la carrera del dueto. Se fracturó el fémur y recibió un golpe contundente en el cerebro. A pesar de las dificultades derivadas de este suceso, la fortaleza y el compromiso con la música les permitió superar los obstáculos y continuar su trayectoria artística, fortaleciendo aún más su vínculo con el público. Desde esas calendas Héctor Danilo siempre se presentaba en público en una silla de ruedas.

La relevancia de Miño Naranjo radica en su capacidad para conectar con el pueblo a través de sus canciones, que reflejan el sentir popular y las tradiciones ancestrales. Más allá del entretenimiento, su música es un vehículo de identidad nacional, que fomenta el orgullo por las raíces y la diversidad cultural de Ecuador.

El dúo ha influido en nuevas generaciones de artistas, que ven en ellos un modelo de autenticidad y compromiso con el folclor. Además, su trabajo ha servido para rescatar y preservar canciones que de otro modo podrían haberse perdido, consolidándolos como figuras clave en la historia musical del país.

La pérdida de Luis Eduardo Miño Naranjo es un golpe duro para la música ecuatoriana y deja un vacío enorme en el mundo artístico y en los corazones de sus seguidores. Eduardo no solo fue una voz fundamental del dueto, sino también un símbolo de resistencia cultural y amor por el folclor.

Su muerte marca el fin de una era, pero su legado permanece vivo en cada canción, en cada presentación grabada, y en la memoria colectiva de Ecuador. Héctor Danilo Miño Naranjo, quien continúa su camino, rinde homenaje a su hermano con la convicción de mantener la tradición y el espíritu que los unió.

La historia de Miño Naranjo es un testimonio de dedicación, talento y amor por la cultura ecuatoriana. Su música sigue siendo un puente entre el pasado y el presente, un patrimonio invaluable que seguirá inspirando a muchos.

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