El domingo 1 de junio de 2025, a las 11:55 p.m., falleció monseñor Víctor Manuel Ochoa Cadavid, obispo castrense de Colombia, tras varias semanas en delicado estado de salud. Su partida ha sido calificada por la Iglesia Católica como un “luto de Iglesia y dolor de Patria”.
Nacido el 18 de octubre de 1962 en Bello, Antioquia, monseñor Ochoa fue ordenado sacerdote por el papa Juan Pablo II el 5 de julio de 1986. A lo largo de su ministerio, se desempeñó como obispo auxiliar de Medellín, obispo de Málaga–Soatá, obispo de Cúcuta y, desde 2021, como obispo castrense de Colombia.
Durante su servicio en Cúcuta, se destacó por su labor en favor de migrantes y comunidades vulnerables, promoviendo la creación de albergues y centros de atención integral en coordinación con Cáritas Diocesana y organizaciones internacionales.
Las exequias comenzaron el lunes 2 de junio en la Catedral Castrense Jesucristo Redentor en Bogotá, con una cámara ardiente y una eucaristía presidida por monseñor José Roberto Ospina Leongómez. El martes 3 de junio, se celebró una solemne eucaristía presidida por el cardenal Luis José Rueda Aparicio, arzobispo de Bogotá. Posteriormente, el cuerpo fue trasladado a Bello, Antioquia, donde se llevó a cabo la velación y la misa exequial el miércoles 4 de junio, presidida por monseñor Francisco Javier Múnera Correa, arzobispo de Cartagena.
Durante la eucaristía en homenaje a monseñor Ochoa, el ministro de Defensa, Pedro Sánchez, expresó: “Hoy el tricolor nacional cubre el cuerpo de quien no se cansó de orar por nuestra patria. De quien nos recordó que la dignidad del ser humano está por encima del uniforme, la jerarquía y las armas”.
La Conferencia Episcopal de Colombia destacó su entrega misionera, amor a la formación sacerdotal y liderazgo en la promoción de la fe y la caridad. Su legado perdurará en la memoria de la Iglesia y de la nación.