Chelsea se consagró campeón del Mundial de Clubes 2025 tras imponerse por 3‑0 en la final frente al Paris Saint‑Germain en el MetLife Stadium de Nueva Jersey. En un encuentro dominado de principio a fin, el conjunto inglés firmó una actuación de alto nivel que le valió levantar el trofeo y certificar su nuevo estatus en el panorama global.
El primer tiempo fue decisivo: Chelsea logró dos goles tempraneros gracias a la doble contribución de Cole Palmer, quien anotó en el arranque del partido. El técnico Enzo Maresca citó la solidez táctica y la presión alta como pilares de la estrategia que neutralizó la propuesta parisina y facilitó el dominio territorial. El arquero Robert Sánchez también tuvo protagonismo con varias atajadas oportunas para mantener el cero.
En la segunda mitad, PSG intentó reaccionar, pero no logró encontrar los espacios. Las chances más claras generadas por el equipo francés fueron resueltas por un sistema defensivo organizado. El tercer gol de Chelsea llegó a través de un autogol de un defensor parisino, cerrando así la cuenta y desatando la celebración en el campo y en el banquillo.
La trayectoria de Chelsea en el torneo fue consistente y notable. Tras superar a equipos destacados como Fluminense, Palmeiras y Benfica —este último en un duelo épico suspendido por tormenta eléctrica—, el equipo inglés demostró su capacidad para responder en circunstancias adversas y mantener un rendimiento constante.
Este título no solo representa el trofeo más importante del año para el club, sino que consolida la era de Maresca como un proyecto exitoso. Al sumar este trofeo a la UEFA Conference League obtenida en mayo, Chelsea se convierte en uno de los pocos equipos en haber logrado una colección completa de títulos internacionales.
El impacto del logro trasciende lo deportivo: además del reconocimiento mundial, Chelsea obtendrá una importante recompensa económica, estimada en 125 millones de dólares para el campeón, lo que refuerza su posición financiera y fortalecimiento institucional.
