Auckland City, el único equipo amateur del Mundial de Clubes, firmó un resultado inolvidable al empatar 1‑1 contra el gigante sudamericano Boca Juniors, en la última fecha del Grupo C disputada en Nashville. A pesar de su condición de debutantes, los neozelandeses sorprendieron al abrir el marcador: un gol de Nathan Garrow en propia portería en el minuto 26 puso a Boca al frente, una ventaja que parecía segura hasta que Christian Gray igualó para Auckland con un cabezazo a los 52 minutos, en su única aproximación durante el partido.
El partido se vio interrumpido casi 50 minutos en la segunda mitad debido a una tormenta eléctrica, y al reanudarse, Boca intentó remontar. Sin embargo, un gol de Miguel Merentiel fue anulado por mano, dejando el marcador en empate y sellando la eliminación de ambos equipos. Con este empate, Auckland City sumó su primer punto en su historia en el Mundial, mientras que Boca se despidió sin victorias, quedando tercero con dos unidades.
Este empate representa un logro significativo para Auckland City, que tras un inicio difícil mostró adaptación táctica y valentía para contener a un club de gran tradición. El gol de Gray, defensor y maestro de escuela, simboliza un triunfo moral para el fútbol amateur . Además, el partido volvió a poner en evidencia los desafíos climáticos del torneo, con múltiples interrupciones por tormentas que alteraron el ritmo de los encuentros.
