El excanciller colombiano Álvaro Leyva Durán publicó una contundente carta en redes sociales en la que denuncia una supuesta persecución penal y administrativa en su contra, y responsabiliza directamente al presidente Gustavo Petro por lo que califica como “una violenta persecución personal y familiar”.
En la misiva, Leyva asegura que todo comenzó tras enviarle una carta al presidente el pasado 5 de mayo, en la que pedía su renuncia por «su grave enfermedad de adicción a las drogas». Según el exministro, la respuesta del mandatario fue “agresiva”, tanto en medios de comunicación como en la plaza pública, y afirma que desde entonces él y su familia han recibido amenazas.
“Nos atacó y nos puso de carne de cañón”, denuncia el exfuncionario, quien añade que se enteró de que “hay personas intrigando para conseguir hacerme daño en lo administrativo y lo penal”, aludiendo incluso a que se le prepara una imputación formal sin que se le haya notificado proceso judicial alguno.
Además, denuncia que un agente de policía judicial habría contactado a una persona cercana a él para practicarle un “procedimiento de arraigo”, y vincula estos hechos con un presunto “complot” que, según dice, el propio presidente Petro mencionó públicamente, acusándolo de conspirar junto al congresista estadounidense Mario Díaz-Balart.
Leyva asegura que recurrirá a instancias internacionales para denunciar la supuesta persecución y advierte que “los ojos de la comunidad internacional estarán vigilantes”. También declara que responsabiliza directamente al presidente Petro por cualquier situación que afecte su integridad o la de su familia.
En un tono desafiante, el excanciller concluye: “¡No me callaré! […] La imagen de Colombia en el exterior no puede seguir siendo la de un presidente que desatiende sus obligaciones, errático, déspota y preso del vicio”.
Álvaro Leyva finaliza anunciando que próximamente enviará una nueva carta al presidente. El pronunciamiento ha generado intensas reacciones en redes sociales y en el ámbito político, en medio de un clima cada vez más polarizado en el país.
Este nuevo episodio marca una escalada en la ya tensa relación entre el exjefe de la diplomacia y el presidente Petro, y podría tener repercusiones tanto en el plano jurídico como diplomático.
