A petición del presidente ucraniano Volodímir Zelenski, la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, viajará este lunes 18 de agosto a Washington para acompañarlo en una reunión clave con el presidente estadounidense Donald Trump, informó la líder europea a través de sus redes sociales y fue confirmado por fuentes oficiales.
Antes de partir, ambos líderes participarán este domingo en Bruselas en una videoconferencia con los miembros de la llamada “Coalición de los Dispuestos” o “Coalición de Voluntarios”, una alianza que agrupa a países aliados de Ucrania, con el objetivo de coordinar una respuesta diplomática unificada ante las recientes propuestas surgidas tras la cumbre entre Trump y Putin en Alaska.
La delegación europea que acompañará a Zelenski incluye al presidente francés Emmanuel Macron, el canciller alemán Friedrich Merz, el presidente de Finlandia Alexander Stubb y el primer ministro británico Keir Starmer, entre otros mandatarios, según confirmaron medios europeos y declaraciones oficiales de cada gobierno.
El propósito del viaje es conocer en detalle los resultados de la conversación entre Trump y Putin, y contrarrestar rumores de que la propuesta de paz propuesta por Rusia –que incluiría la cesión de partes del Donbás a cambio de seguridad– sea impuesta sin contar con la voz de Kiev y sus aliados europeos.
Líderes europeos han dejado claro que sus condiciones son firmes: Ucrania no puede ser coaccionada a ceder territorio, y cualquier acuerdo de paz debe respetar su soberanía, sin que Rusia tenga poder de veto sobre el camino ucraniano hacia la UE y la OTAN. Así lo señalaron en una declaración conjunta con firmas de representantes de Francia, Reino Unido, Italia, Alemania, Finlandia y Polonia.
En el contexto diplomático, Trump ha planteado que Estados Unidos podría ofrecer garantías de seguridad similares al artículo 5 de la OTAN, aunque sin admitir a Ucrania formalmente dentro de la alianza. No obstante, Kiev y sus aliados europeos han recibido esta oferta con escepticismo, citando antecedentes como el Memorándum de Budapest de 1994 y la anexión rusa de Crimea en 2014 como muestras de compromisos incumplidos.
La importancia de este encuentro radica en su potencial para definir el equilibrio de poder en Europa oriental y marcar la postura transatlántica en los próximos meses. Zelenski espera que el apoyo europeo consolidado y la diplomacia unificada impidan que decisiones críticas sobre el futuro de su país se tomen sin su participación plena ni consideración de sus intereses.