Por: Federico Senior
Antes de entrar en materia, no hay palabras que permitan describir el repudio, el dolor y la tristeza que nos produce a las personas de bien, el tener que despedir al enorme ser humano que fue Miguel Uribe Turbay, muchos adjetivos calificativos de encomio se han dicho, ninguno que defina por completo su inmenso valor, es hoy un héroe de la Patria, como tal y por siempre, así será recordado.
Insolentes, suave epíteto si se trata de calificar a los actores de nuestro gobierno, como tal son sus actuaciones, liderados sin duda por el Gran Timonel, quien es el más grande derrochador de verbo, inútil, absurdo, majadero y para rematar, arrogante y procaz.
Los miembros del ejecutivo, los ministros y funcionarios de alto rango, se caracterizan por poseer una gran capacidad de sumisión que debe ser mezclada con un altísimo grado de lambonería y adoración, sus actuaciones deben carecer de integra manera, de cualquier asomo de inteligencia, menos aún de independencia, son figuras que están ahí, solo porque toca llenar los puestos, sí, “llenar”, o mejor aún “rellenar” con cualquier “cosa”, siempre y cuando sea un contestatario, de deslenguadas frases, rebelde (sin causa, mejor aún), anti establecimiento, pero eso sí, que ni se le vaya a ocurrir contradecir al Emperador, ni de vainas, que ni por un segundo se le dé por dar una idea, buena, mala, regular, irrealizable, cualquiera, al menos sin haber recibido bendición previa, eso jamás, en el gobierno solo hay un cerebro, solo uno, el del Emperador, el resto es basura, así es como los trata el sátrapa, los menosprecia, insulta, regaña como a párvulos, y en cualquier momento, los bota, como si fueran servilletas usadas, la lista es larga, la que incluye a su incondicional Bolívar, a la Saravia de quien se decía era inamovible, ahora la mandan a Londres, a un retiro dorado lejos, muy lejos del poder, a Olmedo, a Sneider, a Carlos Ramón, Leyva, la Muhamad, y todo el extenso etcétera.
En los últimos días, hemos visto con no poco asombro, la llegada del “pastor” Saade, el dócil borrego de Gustavo I, rústico, chabacán, bruto, y lo peor, insolente; (pero eso sí, poderoso, muy poderoso, tan es así, que opacó por completo a Benedetti otrora el fiel sabueso de Gustavito), va sin recato alguno, espetando las más descabelladas estupideces, las cuales, que si se tratara tan solo de las ocurrencias de su muy mal amoblado cerebro, vaya y venga, pero, y al parecer que así es, obedecen a libretos bien definidos, que le da su jefecito querido, esto último, si que es preocupante, puesto que aún saliendo de boca ajena, por ahí nos estamos enterando de las verdaderas intenciones del señor presidente, dado el grave carácter de cada una de las brillantes salidas del pastorcito, nos tenemos que acojonar, en verdad acojonar, porque lo que nos están diciendo de ni tan subliminal manera, es que de todo piensan, menos en dejar el poder, y eso sí que sería catastrófico.
Aparte del ovejero Saade, nos abruma con sus bufonadas, el badulaque de daniel quintero, más conocido en los bajos fondos como “pinturita” (así, en minúscula), al parecer es quinterito el heredero de Petro, al menos en teoría, pues no parece posible que Gustavo Francisco quiera dejar de ser el jefe supremo, más bien pinturita, pasaría a ser un Dimitri Medvedev, ese títere que puso Putin en Rusia por cuatro años, mientras él podía volver a elegirse, pero danielito el travieso se la ha tomado en serio, y se ha dedicado a cautivar a su recua actuando como héroe, como todo un Espartaco en franca rebeldía contra todo aquello que huela a decencia, a institución, a democracia, así que ahora lo vemos, ondeando banderas aquí y acullá, primero en la muy peruana isla de Santa Rosa, hincando a lo Colon en la playa de Guamaní, el tricolor en señal de posesión, ayer, en el congreso de la ANDI en Cartagena, exhibiendo el trapo palestino (como si supiera lo que es eso), manifestando tal como lo hace su patrón, su profundo odio a Israel, reclamando por las muertes en la guerra, (muertes que a él le importan un bledo) toda una mascarada, pensada al milímetro, y con resultados sin duda alguna fuera de serie, pues hoy todo el mundo habla de sus idioteces, la publicidad gratis se la dan todos los medios, se la damos todos nosotros, pero, y ante todo, la clase política, al unísono surge el rechazo (justificado, claro), pero muy útil para las intenciones de este bufón de pacotilla, eso es lo que pretende, que se hable de él, y como sabe de sobra, que ese actuar es el que fascina a su grey, que lo ven como el líder que los defenderá de los enemigos externos, de los esclavistas empresarios, que ignoran, o no les importa, o más bien les encantan sus idioteces, logra hacer consolidar su nombre, como digno reemplazo del más grande de los saltimbanquis que ha parido nuestra Patria, Gustavo Petro.
Lo más grave de todo esto, es que tanto la sociedad civil, el pueblo en general, le sigue el juego a la puesta en escena que dirige el presidente, hasta el cansancio se ha dicho, que es él, el mejor fabricante de cortinas de humo, lo maneja todo pulsando su pantalla con un veloz pulgar, todo con premeditación y alevosía, no hay nada dicho al azar, todo lleva la impronta de una intención, ya sea escandalizando, asustando, enfrentando, instigando, pero siempre, consiguiendo dar de que hablar, de estar en todos los medios, las redes, la conversaciones, como el tema del día, desde hace tres años lo viene haciendo con rotundo éxito, de esa manera opaca cualquier otro tema, se trate de un partido de fútbol o del último escándalo de robo de dentro del gobierno, y así y todo, tiene la irrestricta aprobación de cuatro de cada diez colombianos, bien que lo sabe, consciente es, de que esa base es más que suficiente para lograr su objetivo, perpetuarse en el poder, es acojonante.
Si, aterrador, puesto que para mal de males, la oposición esta fragmentada es una colcha de retazos de mil géneros distintos, que van desde la popelina hasta la seda, mal cosidos, cada pedacito corresponde a un ego, a alguien que se cree el salvador, el poseedor de la verdad absoluta, que su programa es perfecto e innegociable por supuesto cualquiera concesión, de ahí que veamos y oigamos, las tontas réplicas de la “Cuchi Barbie” Dávila, quien no cesa de prorrumpir acusaciones, señalamientos, como si en su familia política no hubiera cabida a serios cuestionamientos, peor aún, oír la camaleónica, necia y vocinglera Claudia López (que personaje tan repulsivo) tratando de acomodarse por enésima vez en la orilla donde haya sombra, sea cual fuere ésta, o las diatribas de la Cabal, o las declaraciones de amor de la Valencia, todo mundo agarrando caminos distintos, con la muy incierta posibilidad de llegar a la segunda vuelta, muy peligrosa esta la situación.
Ha surgido en los últimos días, la voz de un personaje duro, contundente, claro y sin ambages, figura de profesional exitoso, de atildada presencia, de físico y pensamiento similar al de Bukele, de preclara nitidez en sus propuestas, de contundente y determinante postura ante el delito y la insurgencia, de rechazo absoluto al anacrónico socialismo, de firme apoyo a la empresa privada, a toda, desde el vendedor de arepas de la esquina, hasta los Gilinsky y los Santodomingo, amigo de los Estados Unidos y de Israel, enemigo de los despóticos regímenes de Venezuela, Nicaragua, Cuba y de todo lo que se le parezca, posiciones que pueden generar rechazo entre la población “progre”, lo cual no sin importarle, si que asume el riesgo de ser nítido, antes que engañar con posiciones de campaña, para después cambiarlas en el ejercicio del poder, como lo hacen los políticos de siempre.
Abelardo De la Espriella, ¿perfecto?, claro que no, ¿bueno?, ¿conveniente?, ¿preparado?, si a todas, le pediría que alejara en el discurso su “costeñidad”, no nos llamemos a engaños, en Colombia no nos quieren mucho, al sur de Tamalameque, le sugeriría igual, que colgara la mitad de los “Armani” y usara un atuendo menos “pupi”, esto parece superfluo, pero tanta elegancia aleja votos, eso sí, es sin duda la mejor opción que ha surgido en el país en los últimos cincuenta años, es un hombre rico, que tiene una vida envidiable, a pesar de ello, renunciara a ella para venir a vencer a la caterva de áulicos, que nos gobiernan hoy en día.
Buen viento y mar Abelardo, los ciudadanos de bien, queremos verlo posesionarse el ya próximo siete de agosto, la verdad creo, que todo depende de él, por lo pronto, solo puedo decirle: cuente con nosotros.
Contra la insolencia, necesitamos su contundencia.