El Gobierno de Gustavo Petro vive un nuevo movimiento en su gabinete ministerial con la salida de Carlos Rosero y el nombramiento de Juan Carlos Florián como nuevo ministro de la Igualdad. La decisión quedó oficializada con la publicación de la hoja de vida de Florián en el sistema de aspirantes de la Presidencia. Este relevo marca el tercer cambio en la cabeza de esta cartera en menos de un año y despierta preguntas sobre un posible remezón más amplio en el equipo de gobierno en el tramo final del mandato.
Juan Carlos Florián, quien fue nombrado inicialmente como viceministro de las Diversidades, asume ahora como titular de un ministerio marcado por tensiones internas, cuestionamientos públicos y bajo desempeño. Su llegada no ha estado exenta de controversia. La vicepresidenta Francia Márquez se había opuesto en el pasado a su posesión, alegando reparos por su historia personal, incluyendo su trabajo como actor porno y presunta prostitución durante su exilio en París. Mientras Márquez estuvo al frente, Florián nunca pudo asumir formalmente el viceministerio.
Con la llegada de Carlos Rosero al ministerio, se destrabó el nombramiento de Florián como viceministro. Sin embargo, las tensiones persistieron. En un consejo de ministros del pasado 15 de julio, el presidente Petro no solo reprendió a Rosero por la gestión en la cartera, sino que defendió públicamente a Florián, recordando su trayectoria en Bogotá Humana y criticando los prejuicios que habrían frenado su participación activa. En ese mismo espacio, Petro dejó entrever la salida de Rosero del gabinete.
El mandatario incluso generó polémica al afirmar: “A mí nadie que sea negro me dice que hay que excluir un actor porno”, frase que fue señalada como racista por algunos sectores, al tiempo que evidenció sus diferencias con el entonces ministro. La crítica a la ejecución presupuestal y a la resistencia a perfiles como el de Florián confirmó lo que ya parecía inminente: el relevo en la cartera de Igualdad.
Con este cambio, ya son tres los funcionarios que han liderado el Ministerio de la Igualdad desde su creación: Francia Márquez, Carlos Rosero y ahora Juan Carlos Florián. Este último, además, ya había trabajado con el presidente Petro en la Alcaldía de Bogotá como encargado de la Subdirección de Asuntos LGT en la Secretaría Distrital de Integración Social, un antecedente que refuerza la cercanía y confianza entre ambos.
El Ministerio de la Igualdad no solo enfrenta inestabilidad en su liderazgo, sino que atraviesa una crisis estructural. La Corte Constitucional declaró inexequible la ley que lo creó, por lo que si no se tramita un nuevo proyecto antes del 20 de julio de 2026, desaparecerá. A esto se suma su bajo nivel de ejecución presupuestal: en lo corrido del año 2025 apenas alcanza un 3,79 %, lo que, aunque mejora la vigencia anterior, evidencia debilidades crónicas.
El futuro del Ministerio y del nuevo ministro dependerá de su capacidad para revertir la tendencia de ineficiencia, recuperar la legitimidad política del proyecto y superar las divisiones internas. Florián asume una tarea compleja, con el desafío de demostrar que el discurso de igualdad puede convertirse en gestión efectiva, más allá de los escándalos y las pugnas ideológicas.