El Bayern de Múnich protagonizó una de las mayores exhibiciones ofensivas en la historia reciente del Mundial de Clubes, tras superar con una contundente goleada 10-0 al modesto Auckland City, representante de Oceanía, en Cincinnati. El partido abrió el grupo C con una clara demostración del poderío teutón y dejó en evidencia la brecha entre clubes profesionales y semiprofesionales.
Desde los primeros minutos, el dominio germano fue abrumador. Kingsley Coman inauguró el marcador al minuto 6, mientras la defensa rival apenas podía contener la avalancha de ataques. Antes del descanso, el Bayern ya mandaba con un contundente seis a cero, con contribuciones de Sacha Boey, Michael Olise y Thomas Müller, quien convirtió el quinto tanto justo antes del entretiempo.
En la segunda mitad saltó al campo Jamal Musiala y desató la tormenta: anotó un hat-trick en solo 17 minutos (68’, 73’ y 84’), incluyendo un penalti, dejando al arquero Conor Tracey sin respuesta. Müller selló la histórica decena en los últimos instantes del partido.
La magnitud del resultado (31 disparos del Bayern frente a uno de Auckland) evidencia no solo una hazaña deportiva, sino también cuestionamientos al formato actual del torneo, que enfrenta a potentes plantillas europeas contra equipos semiprofesionales. Auckland City, con jugadores que tenían empleos fuera del fútbol, mostró profesionalismo y orgullo, aunque la diferencia fue abismal.
Para el Bayern, esta goleada es un argumento claro de sus intenciones en la competencia. Con figuras como Harry Kane, Coman, Musiala y Müller, el equipo de Vincent Kompany envió un mensaje contundente: está listo para alzarse con el título. Ahora pondrán su atención en enfrentar a Boca Juniors, mientras Auckland se alista para medirse con Benfica y luego con el propio Boca, con miras a seguir dejando huella en el torneo.