¿Y si el próximo Papa tuviera TikTok?

TotusNoticias

Por: Aldrin García Balvin – Director de Totus Noticias

Mientras el Cónclave se prepara para elegir al próximo Papa este 7 de mayo, surge una reflexión que pocos se atreven a plantear: ¿y si el nuevo Pontífice tuviera perfil en TikTok? No se trata de trivializar la figura papal, sino de reconocer que la Iglesia, al igual que cualquier institución relevante, debe adaptarse a los tiempos y canales de comunicación actuales.

El Papa Francisco, en su papado, ha sido pionero en la utilización de las redes sociales para acercar el mensaje cristiano a las masas. Desde su cuenta en Twitter (@Pontifex), que cuenta con millones de seguidores, hasta su presencia en Instagram y YouTube, ha demostrado que la Iglesia puede y debe estar presente en los espacios donde la gente se encuentra. Sin embargo, plataformas como TikTok, con su formato dinámico y visual, siguen siendo un terreno poco explorado por la institución.

TikTok no es solo un espacio para bailes y desafíos virales; es una plataforma donde se generan conversaciones, se comparten ideas y se construyen comunidades. Es un lugar donde los jóvenes, especialmente, buscan autenticidad y conexión. ¿Por qué, entonces, no utilizar este canal para compartir mensajes de esperanza, amor y solidaridad?

Imaginen un Papa que, con su estilo único, comparta reflexiones breves sobre temas actuales, responda preguntas de los fieles y participe en tendencias que promuevan valores cristianos. Un Papa que utilice TikTok no solo para hablar, sino para escuchar, interactuar y conectar con las nuevas generaciones.

La Iglesia ha sido históricamente una institución que se adapta a los cambios sociales y tecnológicos. Desde la imprenta hasta la televisión, ha sabido utilizar los medios disponibles para difundir su mensaje. El mundo digital no es diferente; es simplemente otro medio a través del cual se puede vivir y compartir la fe.

Es cierto que la presencia en redes sociales debe ser gestionada con responsabilidad, evitando caer en la superficialidad o en la banalización del mensaje. Pero también es cierto que, si se utiliza correctamente, puede ser una herramienta poderosa para evangelizar y fortalecer la comunidad.

El próximo Papa enfrentará desafíos significativos: desde cuestiones doctrinales hasta problemas sociales y políticos. Pero también tiene la oportunidad de liderar una Iglesia que esté en sintonía con los tiempos, que hable el lenguaje de las nuevas generaciones y que utilice las herramientas digitales para construir puentes y no muros.

Así que, mientras esperamos la elección del nuevo Pontífice, quizás sea momento de pensar en un Papa que no solo esté presente en las plazas y basílicas, sino también en nuestras pantallas, compartiendo el mensaje de Cristo en los espacios donde más se necesita.

Comparte este artículo