Trump evalúa diálogo con Maduro mientras EE.UU. abre puerta a intervención quirúrgica

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El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, declaró que está considerando un contacto directo con el mandatario venezolano Nicolás Maduro, en medio de presión creciente estadounidense contra el país sudamericano. Al mismo tiempo, un alto funcionario del Gobierno de EE.UU. emitió una advertencia sin precedentes: aunque “nadie tiene previsto entrar y dispararle o secuestrarlo en este momento”, dijo, “no diría nunca, pero ese no es el plan en este momento”.

La administración anuncia una doble estrategia que combina la posibilidad de diálogo con la opción de recurrir a una intervención quirúrgica, como parte de sus esfuerzos por debilitar al presunto narcotraficante grupo conocido como Cartel de los Soles —acusado por Washington de estar liderado por Maduro— y frustrar el flujo de estupefacientes hacia el país norteamericano.

El 17 de noviembre de 2025, Trump explicó ante la prensa que “podría hablar con él (Maduro)”, tras anunciar que no descartaba la opción de desplegar tropas estadounidenses en Venezuela. Paralelamente, el Departamento de Estado ha avanzado en la designación del Cartel de los Soles como organización terrorista extranjera, lo que abre herramientas legales y operativas para actuar contra sus presuntos vínculos con el gobierno venezolano.

Expertos señalan que la magnitud del operativo militar estadounidense en el Caribe, con portaviones, submarinos y grupos de combate, apunta a una ampliación del espectro de acción contra Venezuela más allá del combate al narcotráfico. Según la agencia Reuters, funcionarios estadounidenses trabajaron durante semanas en escenarios de intervención más allá de zonas marítimas.

El escenario diplomático y militar genera alta tensión en la región. Venezuela ha denunciado que el despliegue naval estadounidense constituye una amenaza a su soberanía y prepara su defensa ante un posible ataque. Mientras tanto, la administración de Trump sostiene que la prioridad es frenar el ingreso de estupefacientes a EE.UU., aunque elementos de la estrategia parecen dirigidos al debilitamiento del régimen de Maduro.

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