El Papa León XIV lamenta el resurgir del “odio antisemita” y pide perseverar en las negociaciones de paz en Gaza

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El Papa León XIV expresó este domingo su profunda “preocupación por el resurgimiento del odio antisemita en el mundo”, tras el reciente atentado terrorista ocurrido en Manchester, al tiempo que renovó su llamado a perseverar en las negociaciones de paz para la Franja de Gaza.

Durante el rezo del Ángelus en la Plaza de San Pedro, el Pontífice exhortó a los líderes internacionales a comprometerse con el alto al fuego y a “eliminar los obstáculos” que impiden el fin de la violencia. “Exhorto a permanecer unidos en la oración, para que los esfuerzos en curso puedan poner fin a la guerra y conducirnos hacia una paz justa y duradera”, afirmó el Santo Padre ante miles de fieles reunidos en el Vaticano.

León XIV calificó como “significativos pasos adelante” el plan de paz presentado por el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, junto al primer ministro israelí Benjamin Netanyahu, e invitó a los responsables políticos a mantener la esperanza en un acuerdo definitivo. Se prevé que las delegaciones de Hamás, Qatar, Estados Unidos y Egipto se reúnan este lunes en El Cairo para avanzar en las conversaciones preliminares.

El Pontífice se mostró “profundamente dolido por el inmenso sufrimiento del pueblo palestino en Gaza” y pidió la liberación de los rehenes israelíes que permanecen en manos de Hamás. “Sigo con gran dolor el drama de las familias desplazadas y de los inocentes que padecen las consecuencias de la guerra”, expresó desde el balcón de la Basílica de San Pedro.

Además, el Papa dedicó palabras de consuelo al pueblo de Filipinas, tras el fuerte sismo registrado en la región central del país. “Expreso mi cercanía al querido pueblo filipino. Rezo por quienes han sido más duramente afectados y confío en la intercesión de la Virgen en todo peligro”, manifestó.

Durante la Misa del Jubileo de los Migrantes y Misioneros, celebrada antes del Ángelus, el Pontífice subrayó que la Iglesia es “toda misionera” y que cada cristiano es parte de un “pueblo en camino hacia el Reino de Dios”. En el contexto del mes misionero de octubre, recordó que los migrantes y misioneros son un signo visible de esa vocación universal, pero insistió en que “nadie debe ser obligado a huir, ni explotado o maltratado por su condición de necesitado o extranjero”.

“Al primer puesto, siempre, la dignidad humana”, reiteró León XIV, invitando a las comunidades a acoger con respeto y justicia a quienes se ven forzados a abandonar su tierra.

En su saludo final, el Papa agradeció la presencia de peregrinos de distintas partes del mundo, especialmente a los fieles de la diócesis de Pavía y a un grupo de jóvenes de Belén que portaban una imagen de la Virgen de la Revelación.

También recordó la tradicional Súplica a la Virgen del Santo Rosario en el santuario de Pompeya y animó a rezar por la paz: “Contemplando con María los misterios de Cristo Salvador, intensifiquemos nuestra oración por la paz, una oración que se hace solidaridad concreta con los pueblos martirizados por la guerra”.

El mensaje del Pontífice fue replicado en su cuenta oficial en X, donde escribió: “#OremosJuntos para que los esfuerzos que se están realizando puedan poner fin a la guerra y conducirnos hacia una paz justa y duradera”.

En paralelo, fuentes diplomáticas confirmaron que Hamás habría dado luz verde al plan de paz propuesto por Donald Trump, que contempla la creación de un Estado palestino y la liberación de rehenes a cambio de prisioneros palestinos. El plan también prevé una hoja de ruta humanitaria y política para el futuro de la Franja de Gaza.

Aunque Israel aceptó de manera parcial algunos puntos del acuerdo, las negociaciones siguen enfrentando desafíos en torno a la desmilitarización de Hamás, la supervisión internacional y las garantías de seguridad. Analistas internacionales consideran que los próximos días serán decisivos para determinar si el alto al fuego podrá concretarse.

El llamado del Papa León XIV llega en un momento clave, cuando la comunidad internacional busca reactivar los esfuerzos diplomáticos. Su mensaje combina la dimensión espiritual con el compromiso humanitario y político, subrayando que la paz no se alcanza solo con acuerdos, sino con gestos de reconciliación y esperanza compartida.

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