Atentados en Colombia: le recuerdan a Petro su promesa de renunciar si no lograba la paz (Video)

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Colombia enfrenta una nueva ola de violencia tras los recientes atentados en Cali y Amalfi, hechos que dejaron al menos 19 muertos y 65 heridos, y que han sido atribuidos a diferentes facciones de las disidencias de las FARC. La magnitud de los ataques, considerados los más graves desde 2019, desató no solo la condena oficial, sino también una fuerte polémica política que salpica al presidente Gustavo Petro.

El mandatario calificó lo ocurrido el 21 de agosto como “un día de muerte”, en referencia al ataque con explosivos contra una base militar en la capital del Valle y al derribo de un helicóptero militar en el nordeste antioqueño. A estos hechos se sumó una bomba detonada en las inmediaciones de la Alcaldía de Florencia, Caquetá, que aunque no dejó víctimas, aumentó la sensación de inseguridad y el debate sobre la estrategia de paz total.

En medio del luto, la controversia se trasladó a redes sociales, donde resurgió un video de 2021 en el que Petro, entonces senador y aspirante presidencial, prometió renunciar si no lograba la paz. “Mi Gobierno es para hacer la paz. Si no hicimos la paz, que me tumben. Es más, yo mismo renuncio porque no sirve”, dijo el 14 de marzo de aquel año en una entrevista con la revista Semana.

La frase, olvidada para algunos pero viralizada en las últimas horas, se convirtió en argumento para sus opositores, quienes cuestionan la viabilidad del proyecto de paz total. Concejales, líderes políticos y usuarios en X han usado la grabación como arma política bajo la etiqueta #UnFracasoEs, desde la cual exigen la salida del presidente. “Petro renuncie que usted no sirve. Cumpla su palabra”, escribió el concejal bogotano Daniel Briceño.

El mensaje ha encendido un debate nacional sobre la eficacia de la estrategia gubernamental frente a los grupos armados y el peso de las palabras pronunciadas en campaña. Mientras la violencia recrudece, la promesa de renuncia hecha por Petro se convierte en un recordatorio incómodo y en una presión adicional sobre un gobierno que enfrenta una de las crisis de seguridad más graves de los últimos años.

Más allá del pulso político, lo cierto es que Colombia revive escenas de terror que parecían superadas, y el presidente enfrenta el desafío de responder a las críticas, contener la violencia y sostener la legitimidad de su propuesta de paz total, hoy puesta en entredicho por sus propios compromisos del pasado.

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