El presidente Gustavo Petro logró su primera victoria legislativa del año con la aprobación completa de la reforma pensional, una de las tres reformas sociales más importantes de su administración.
El nuevo sistema obliga a todos los ciudadanos a contribuir a un fondo público por sus ingresos hasta 2,3 salarios mínimos, y a partir de allí, a ahorrar en fondos privados. Este cambio liberará recursos públicos para apoyar a los adultos mayores sin pensión. Aunque la reforma ha sido bien recibida por varios sectores.
Uno de los principales críticos es el expresidente Álvaro Uribe, líder del partido Centro Democrático. Uribe publicó un comunicado en su cuenta de X este domingo 23 de junio, destacando varios puntos negativos de la reforma.
Según Uribe, la reforma perjudicará a los jóvenes al privarlos de la oportunidad de construir su pensión mediante cuentas de ahorro personal que han ofrecido rendimientos superiores a la inflación en los últimos 30 años.
También criticó que el 78% de las nuevas cotizaciones serán administradas por el Estado, lo que afecta a quienes ganan hasta 2,3 salarios mínimos. Uribe también señaló que la reforma impactará negativamente a quienes no cumplan con las semanas necesarias para jubilarse, aunque hayan cotizado en el régimen privado.
La nueva reforma, sin embargo, propone un pilar semicontributivo que otorgará rentas a quienes hayan cotizado al menos 300 semanas en el Régimen de Prima Media (Colpensiones), dirigido especialmente a trabajadores informales.
Otro punto de crítica es que los pagos a adultos mayores vulnerables serán financiados con las cotizaciones de los trabajadores, liberando parte del presupuesto nacional previamente destinado a este propósito.
Uribe advirtió que la reducción de la natalidad podría disminuir las cotizaciones, poniendo en riesgo la sostenibilidad del sistema.
Además, Uribe expresó su desconfianza hacia la gestión estatal de los ahorros pensionales, sugiriendo que el Estado podría malgastar estos fondos. Sin embargo, el artículo 11 de la reforma aclara que las pensiones no pertenecen a la nación ni a las entidades administradoras y no pueden ser utilizadas para otros fines.
Finalmente, Uribe criticó que el incremento de las cotizaciones coincide con los altos impuestos actuales en Colombia, perjudicando la economía. No obstante, la reforma no cambia el porcentaje de aportes, manteniéndolo en el 16% de los ingresos.
Tras la aprobación de la reforma, Petro declaró que este es un paso hacia un «gran acuerdo nacional» para impulsar los cambios propuestos por su Gobierno en favor de los sectores más vulnerables. La discusión sobre los efectos de esta reforma continuará en los próximos días, especialmente con la sanción presidencial programada en la plaza de Bolívar.
