La administración de Donald Trump activó este 25 de junio una orden ejecutiva que refuerza el requisito de dominio del inglés para conductores de vehículos comerciales en Estados Unidos. La medida, derivada del Código de Reglamentos Federales 49 CFR 391.11(b)(2), exige que los camioneros puedan leer y hablar inglés lo suficiente para interactuar con el público, entender señales de tránsito, responder a autoridades y completar registros oficiales, considerando el inglés un requisito «no negociable» por seguridad nacional.
Aunque no se trata de una nueva normativa, sí marca una ruptura con la política más permisiva de 2016, que permitía advertencias ante deficiencias lingüísticas. La nueva directiva autoriza que un inspector federal coloque fuera de servicio a un conductor con habilidades limitadas, sin opción a subsanar sobre la marcha . Asimismo, la Alianza de Seguridad de Vehículos Comerciales (CVSA) incluyó esta condición en sus criterios de retiro inmediato sejak 25 de junio.
La medida ha tenido eco significativo entre los conductores latinos: en ciudades fronterizas como Laredo (Texas) se han organizado clases de inglés para adaptarse, aunque persiste la preocupación por evaluaciones subjetivas que podrían afectar especialmente a personas con marcado acento o vocabulario limitado. La AP señaló que muchos temen perder su empleo si fallan una inspección sorpresiva: «Un conductor que no entiende inglés no conducirá», afirmó el secretario Duffy.
Defensores de la nueva política resaltan que mejora la seguridad vial y la comunicación con autoridades, ya sean agentes de inspección, control fronterizo o puntos de pesaje. Sin embargo, críticos alertan sobre un posible impacto negativo en una industria que depende en gran parte de fuerza laboral inmigrante. La Asociación de Camioneros de Houston respaldó el enfoque, pero pidió apoyo formativo para evitar barreras laborales innecesarias .
El Departamento de Transporte, en línea con la orden, anuló las directrices de 2016 y publicó un memorando que obliga a los inspectores federales a aplicar el nuevo estándar, reservando un plazo de 60 días para ajustar protocolos y capacitar al personal. Por su parte, la CVSA enviará una petición formal a la FMCSA para actualizar permanentemente las regulaciones e igualar los requisitos en licencias CDL.