Durante la sesión plenaria del Senado este lunes, el senador Juan Felipe Lemos protagonizó una intervención cargada de reflexión y crítica, en la que cuestionó el rumbo del Congreso y denunció el uso político de tragedias personales como eje del debate nacional. En un discurso firme, el legislador expresó su preocupación por el deterioro del diálogo parlamentario y por la creciente incapacidad de los actores políticos para asumir con responsabilidad el papel que les corresponde en un país marcado por la división.
“El Congreso se ha convertido en el reflejo de lo que sucede en Colombia: una nación profundamente polarizada y atrapada en la incapacidad colectiva de resolver sus grandes problemas”, afirmó Lemos. Su intervención se produjo en el marco de un debate que giró en torno a la situación judicial del expresidente Álvaro Uribe Vélez, a quien no mencionó directamente pero sí defendió como “uno de los líderes más importantes de la historia reciente del país”.
Lemos fue enfático en señalar que la plenaria había sido desviada de los verdaderos problemas nacionales. “Hemos dedicado esta sesión a celebrar la tragedia de un ser humano, en vez de buscar soluciones para los millones de colombianos que enfrentan el desempleo, la inseguridad y la falta de oportunidades”, sostuvo, en clara crítica a lo que consideró un espectáculo político de sectores interesados en la confrontación.
En un momento clave de su discurso, el senador dirigió sus palabras al también congresista Julián Gallo, excomandante guerrillero de las FARC, a quien le recriminó haber calificado los delitos de su grupo armado como «políticos». “¿Qué diferencia existe entre el secuestro cometido por una banda criminal y el que cometió la guerrilla? ¿Entre la violación hecha por un delincuente y la que ustedes perpetraron?”, cuestionó Lemos, visiblemente molesto, subrayando que no existen “delitos políticos” cuando se trata de afectaciones reales a las víctimas.
Aunque recordó que votó a favor del Acuerdo de Paz, Lemos aclaró que lo hizo con la esperanza de que el país pudiera hallar una ruta distinta a la violencia. Sin embargo, consideró inaceptable que se pretendan relativizar los crímenes cometidos durante el conflicto armado. “No diga que uno es criminal y usted un santo, porque esa no es la realidad”, sentenció.
El discurso del senador fue recibido con división entre los presentes: mientras algunos valoraron su llamado a la responsabilidad política, otros lo señalaron por contribuir a la tensión del debate. No obstante, su mensaje dejó claro que el Congreso está llamado a priorizar el bienestar de los ciudadanos sobre el aprovechamiento mediático de controversias personales o judiciales.
Con un tono crítico pero respetuoso, Juan Felipe Lemos instó al Senado a reenfocar sus esfuerzos hacia los verdaderos desafíos del país. “Nuestro deber es pensar en Colombia, no en alimentar el morbo ni la polarización”, concluyó, dejando en evidencia el desgaste institucional que enfrenta el órgano legislativo.