El 2 de septiembre de 2025, durante la audiencia de imputación de cargos en Bogotá, la Fiscalía presentó nuevos detalles del magnicidio contra el senador y precandidato presidencial Miguel Uribe Turbay, ocurrido el 7 de junio en el parque El Golfito. Esta tragedia, ejecutada a través de un esquema criminal coordinado desde un grupo de WhatsApp, habría sido ordenada por la organización conocida como “Plata o Plomo”, cuyo líder máximo es el enigmático alias “Mosco”.
Según las autoridades, “Mosco” encabeza una estructura criminal jerarquizada y operativa desde al menos 2023, con presencia principal en Bogotá y alcance en otras ciudades del país. En ese nivel inferior, se sitúan personas con alias como El Viejo, el Costeño (Elder José Arteaga Hernández), Harold Daniel Barragán (“Harold”), el Caleño, Katherine Martínez (“Gabriela”) y otros aún por identificar.
Durante la audiencia, la Fiscalía reveló que alias Harold participó activamente en cuatro videollamadas realizadas a través del grupo de WhatsApp “Plata o Plomo”, desde donde se coordinaron los últimos detalles del magnicidio, incluida la utilización de un menor de edad para ejecutar el ataque. Este grupo digital funcionó como centro de operaciones y fue clave para el seguimiento y planificación del crimen, que involucró también vigilancia previa al senador y registros en tiempo real de sus movimientos.
Alias Harold fue capturado el 31 de agosto y es el séptimo implicado detenido en este caso. Ante el juez de control de garantías, se le imputaron delitos como homicidio agravado, concierto para delinquir, uso de menores para cometer delitos y tráfico de armas. Además, la Fiscalía acusa a Harold de haber reclutado al menor sicario, coordinar la adquisición de armas y drogas, y facilitar huida de compinches como el Costeño y Gabriela.
La identidad real de alias Mosco continúa bajo reserva por parte de las autoridades. Sin embargo, investigaciones previas sugieren que podría tratarse de un excapo del Bronx bogotano, identificado como Óscar Alcántara, capturado en Ecuador en 2013 y extraditado a Colombia por homicidio agravado. Esta hipótesis no ha sido confirmada oficialmente y su defensa ha negado cualquier vínculo con el caso.
En síntesis, alias Mosco emerge como el cabecilla de una célula criminal con sofisticación operativa: una red digitalizada, con roles específicos distribuidos en niveles jerárquicos, capaz de orquestar un atentado político mediante videoconferencias y coordinaciones criminales desde la clandestinidad. Su verdadero nombre aún no ha sido revelado, lo que complica seguir todos los hilos de mando y justicia.