El congresista estadounidense Carlos Giménez reaccionó con contundencia a las recientes declaraciones del presidente colombiano, Gustavo Petro, sobre la inexistencia del llamado “Cartel de los Soles”. “Gustavo Petro acaba de firmar su propia sentencia. En el Congreso de Estados Unidos, no tomaremos esto de chiste. Al contrario, es gravísimo”, expresó el representante republicano por Florida, marcando un tono de fuerte advertencia en el escenario político internacional.
Las afirmaciones de Petro, emitidas en una intervención pública, han generado polémica. El mandatario aseguró que el Cartel de los Soles “no existe” y que es una construcción política de la extrema derecha. Según su planteamiento, el tráfico de cocaína a través de Venezuela está bajo control de lo que llamó una “Junta del Narcotráfico”, con capos radicados en Europa y Oriente Medio. Petro insistió en que la verdadera solución pasa por la cooperación de Estados Unidos y Venezuela para enfrentar conjuntamente el problema.
En contravía, las autoridades estadounidenses mantienen su posición. El Departamento de Justicia y el Departamento del Tesoro sostienen que el Cartel de los Soles está liderado por Nicolás Maduro y altos funcionarios de su régimen, quienes habrían corrompido instituciones gubernamentales, incluidos sectores del ejército y la justicia, con el fin de facilitar operaciones de narcotráfico hacia Estados Unidos. Washington asegura además que esta red criminal ha respaldado a grupos como el Tren de Aragua y el Cartel de Sinaloa.
La dureza de la respuesta de Giménez refleja el malestar creciente en sectores del Congreso norteamericano frente a la postura de Petro. Para legisladores republicanos y demócratas, el narcotráfico venezolano es un tema de seguridad nacional, y la negación del presidente colombiano representa, a su juicio, un debilitamiento en la cooperación regional contra el crimen organizado.
A pesar de las críticas, Petro defendió su posición, insistiendo en que la crisis política venezolana debe resolverse con más democracia y diálogo interno. “Una Venezuela descarbonizada debe ser el propósito: la Gran Colombia potencia mundial de la vida y pilar esencial de la unidad latinoamericana y de la paz”, afirmó, buscando trasladar el debate hacia un horizonte regional más amplio.
El choque discursivo entre Petro y el Congreso de Estados Unidos abre un nuevo capítulo de tensión diplomática. Las próximas semanas podrían ser decisivas para determinar si estas diferencias desembocan en un deterioro de las relaciones bilaterales o si se abren espacios de negociación en torno a la lucha contra el narcotráfico en la región.