Las recientes semanas han marcado un antes y un después en la vida de María Claudia Tarazona, esposa del precandidato presidencial Miguel Uribe Turbay, tras el brutal ataque terrorista que sufrió su cónyuge el pasado 7 de junio de 2025 en el parque El Golfito, ubicado en Modelia, Bogotá. Tarazona ha compartido, visiblemente conmovida y en una reveladora entrevista concedida a Los Informantes de Caracol TV, los dolorosos momentos que antecedieron, transcurrieron y sucedieron a este trágico evento, ofreciendo una perspectiva íntima de la angustia que vivió su familia.
El atentado, en el que un menor de 14 años disparó contra el senador dejándolo con dos proyectiles en la cabeza y otro en una pierna, sumió a María Claudia en horas de profunda incertidumbre. En sus propias palabras, “fueron los 15 minutos más largos de mi vida” al rememorar el instante en que los médicos le confirmaron que Miguel Uribe había logrado sobrevivir a la compleja cirugía. No obstante, el alivio inicial fue efímero, dando paso a una noticia devastadora que la sumiría en la desesperación más profunda.
La angustia escaló a niveles insospechados cuando, al acceder a la unidad de cuidados intensivos, un equipo médico le comunicó un diagnóstico estremecedor: “Miguel entró en muerte cerebral”. La noticia la confrontó directamente con la posibilidad de una pérdida irreparable, llevándola a preguntar con desesperación: “¿Qué significa eso?… ¿Miguel se va a morir?”, a lo que los galenos respondieron afirmativamente, confirmando sus peores temores, un momento desgarrador que compartió detalladamente en la entrevista.
Sin embargo, en un giro inesperado que desafiaría las expectativas y la ciencia, la esperanza resurgió. María Claudia Tarazona relató cómo, al regresar a la clínica, el doctor Hakim le dio una noticia que cambiaría el rumbo de los acontecimientos: “Es otro paciente, otro cerebro y Miguel se está recuperando”. Este anuncio, casi milagroso, le devolvió el aliento y la fe en la recuperación de su esposo, quien ha mostrado una notable evolución a pesar de la gravedad inicial de sus heridas.
A pesar del profundo sufrimiento vivido, María Claudia Tarazona ha expresado públicamente una sorprendente ausencia de rencor hacia el menor que disparó contra el senador. Su testimonio, detallado en la mencionada entrevista televisiva y amplificado por diversos medios, no solo revela la crudeza del ataque, sino también una admirable fortaleza emocional y capacidad de perdón en medio de una situación tan traumática, resonando profundamente en la opinión pública colombiana. Las autoridades continúan las investigaciones, señalando a la Segunda Marquetalia como posible actor intelectual y avanzando en la captura de otros implicados.
El relato de María Claudia Tarazona ofrece una ventana a la resiliencia humana frente a la adversidad extrema, destacando la importancia del apoyo médico y la fortaleza personal en momentos de crisis. La recuperación de Miguel Uribe Turbay, contra todo pronóstico, se erige como un símbolo de esperanza, mientras el país sigue atento a su evolución y a las implicaciones de este lamentable suceso que ha conmocionado a la nación.














