La Alcaldía de Medellín, bajo la administración de Federico Gutiérrez Zuluaga, entregó 52 motocicletas de alto cilindraje al Ejército Nacional, consolidando la primera unidad militar motorizada de este tipo en Colombia. La inversión, cercana a $3.654 millones, busca fortalecer las capacidades operativas y de reacción de la Fuerza Pública en las zonas urbanas y rurales del Distrito.
Estas motocicletas están equipadas con tecnología avanzada, que incluye luces LED de alto alcance, sirenas, defensas de cuerpo y kits de protección completa para los uniformados. Su uso estará destinado a patrullajes conjuntos con la Policía Metropolitana del Valle de Aburrá, con prioridad en los sectores de mayor incidencia delictiva, donde se han reportado casos de extorsión, hurto, tráfico de estupefacientes y homicidios.
Durante el acto de entrega, el alcalde Gutiérrez destacó el compromiso de la ciudad con el fortalecimiento institucional de las fuerzas de seguridad. “Mientras que desde el Gobierno Nacional desfortalecen a nuestra Fuerza Pública, nosotros, en Medellín, la fortalecemos. Esta es la ciudad que más invierte para apoyarla y lo seguiremos haciendo, con cariño y reconocimiento para nuestros soldados y nuestra Policía”, afirmó el mandatario.
La Administración Distrital ha destinado hasta la fecha más de $60.900 millones para dotar a la Fuerza Pública con 720 vehículos, entre motocicletas y automóviles, lo que representa la mayor inversión en seguridad en la historia de Medellín. De ese total, 504 vehículos ya fueron entregados a la Policía Metropolitana, y se espera la entrega de un nuevo lote a la Fiscalía General de la Nación, fortaleciendo así el trabajo interinstitucional para garantizar la seguridad ciudadana.

“Esta es una inversión histórica para Medellín, que supera ampliamente a lo que se hace desde el Gobierno Nacional y en cualquier otra ciudad del país. Quienes tienen que tener miedo son los criminales, no los ciudadanos. Vamos con toda”, concluyó el alcalde Gutiérrez Zuluaga.
Con esta entrega, Medellín reafirma su liderazgo en políticas locales de seguridad, priorizando la protección ciudadana, la modernización del equipamiento policial y militar, y el fortalecimiento del control territorial para enfrentar de manera más efectiva las dinámicas delictivas en el área metropolitana.














