El presidente de Colombia, Gustavo Petro, respondió este domingo de manera contundente al anuncio de su homólogo estadounidense, Donald Trump, quien acusó al gobierno colombiano de permitir la producción masiva de drogas y ordenó la suspensión de toda ayuda económica y subsidios a Bogotá.
A través de su cuenta en la red social X, Petro afirmó que “Trump está engañado de sus logias y asesores. El principal enemigo que tuvo el narcotráfico en Colombia, fue en el siglo XXI, el que le descubrió sus relaciones con el poder político de Colombia. Ese fui yo”.
Además, agregó: “Le recomiendo a Trump leer bien a Colombia y determinar en qué parte están los narcos y en qué parte están los demócratas”.
La réplica del presidente colombiano ocurre en un contexto de fuerte deterioro de las relaciones diplomáticas entre los dos países. Estados Unidos acusó a Colombia de no cumplir con sus obligaciones de lucha contra el narcotráfico, señalando que el cultivo de hoja de coca ha alcanzado niveles récord y que el país figura entre aquellos que “han fracasado demostrablemente”.
Petro aprovechó su intervención para cuestionar la integridad de las acusaciones planteadas por la administración estadounidense, afirmando que su trayectoria ha estado marcada por la persecución de mafias ligadas al narcotráfico y al poder político. En su mensaje señaló directamente que él fue quien “descubrió sus relaciones con el poder político de Colombia”.
Asimismo, el mandatario colombiano vinculó la escalada diplomática con recientes operaciones militares estadounidenses en el Caribe, que según él habrían afectado a ciudadanos colombianos. Señaló el caso de un pescador colombiano identificado como Alejandro Carranza, fallecido en una operación militar en aguas cercanas, al que atribuye como víctima de una acción “que viola la soberanía” colombiana.
El intercambio verbal tiene implicaciones prácticas: la suspensión de los fondos estadounidenses para Colombia genera incertidumbre sobre la continuidad de programas de erradicación, interdicción y fortalecimiento institucional en materia antidrogas. Bogotá, hasta ahora, ha reafirmado su compromiso con la lucha contra los cultivos ilícitos, sin embargo, la acusación externa pone en entredicho su avance operativo.