El Eco que No se Escucha

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Por: Juan D. Cossio, candidato al Senado – CREEMOS

Hay un eco que recorre las periferias de Colombia. No es el de los discursos ni el de las inauguraciones. Es el eco de quienes madrugan sin garantías, de quienes organizan ollas comunitarias, de quienes hacen milagros con presupuestos inexistentes. Es el eco de la dignidad que resiste, aunque el Estado no siempre la mire.

Ese eco no se escucha en los salones donde se decide el futuro. No por falta de fuerza, sino por falta de voluntad. Porque en este país el desarrollo aún se mide por valorización inmobiliaria y no por la calidad de vida de quienes sostienen el tejido social desde abajo.

Desde el Senado me niego a que ese eco siga siendo ignorado. No estoy aquí para administrar silencios, sino para amplificar voces. Por eso propongo:

  • La creación de un fondo especial para fortalecer organizaciones comunitarias que ya hacen lo que el Estado ha postergado.
  • Audiencias públicas en territorios históricamente marginados, para que las decisiones se tomen con quienes viven las consecuencias.
  • Reformas a los criterios de inversión territorial, para que el presupuesto no siga premiando la concentración sino la equidad.

Pero, más allá de las leyes, hay algo que no puede faltar: el alma. Porque la política sin alma es solo trámite. Y Colombia no necesita más trámites: necesita reconciliación, belleza, justicia.

Cada vez que visito una comunidad, cada vez que escucho a una madre que lidera un comedor infantil o a un joven que organiza brigadas de salud, recuerdo por qué estoy aquí. No para hablar por ellos, sino para que ellos hablen y sean escuchados. No para representar sus luchas, sino para que sus luchas transformen la institucionalidad.

El eco que no se escucha es, en realidad, el eco que puede salvarnos. Si lo dejamos entrar al Congreso, si lo convertimos en ley, si lo dignificamos con presupuesto y respeto, entonces sí podremos decir que estamos construyendo una Colombia nueva.

No basta con obras. Hace falta alma. Y el alma está en las periferias.

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