El senador Efraín Cepeda Sarabia fue elegido este martes 16 de diciembre como el nuevo presidente del Directorio Nacional Conservador. La decisión se tomó por unanimidad durante una sesión extraordinaria de la cúpula de la colectividad, marcando el regreso del congresista barranquillero a la dirección del partido en un momento estratégico de cara a la contienda electoral de 2026. Cepeda asume el cargo tras la renuncia irrevocable de la senadora Nadia Blel, quien dejó la dignidad para concentrarse en su propia campaña política.
El retorno de Cepeda a la cabeza del conservatismo envía un mensaje contundente sobre la postura que mantendrá el partido frente al Gobierno Nacional. Durante su reciente gestión como presidente del Congreso, Cepeda se consolidó como una de las figuras más visibles de la oposición, liderando el bloqueo de varias reformas estructurales propuestas por el Ejecutivo. Su elección busca reforzar la cohesión interna y garantizar una línea crítica y de control político en la recta final del actual periodo legislativo.
Uno de los retos inmediatos que deberá afrontar el nuevo director es la definición del mecanismo para elegir al candidato único que representará a la colectividad en las presidenciales. Aunque Cepeda figura dentro de la baraja de precandidatos junto a nombres como el excontralor Felipe Córdoba y el exministro Rubén Darío Lizarralde, su designación como presidente del partido lo obliga a definir en los próximos días si continúa con su aspiración personal o si asume un rol de árbitro imparcial para garantizar la transparencia del proceso de selección.
Fuentes internas del partido señalan que la llegada de Cepeda busca también blindar los avales para las elecciones al Congreso y evitar fugas de militantes hacia otras corrientes políticas. El Directorio Nacional le ha otorgado plenas facultades para liderar las conversaciones sobre posibles coaliciones de centro-derecha, un escenario en el que el Partido Conservador espera jugar un papel protagónico para presentar una alternativa de poder sólida frente al oficialismo.
La elección ha sido recibida con respaldo mayoritario por las bancadas de Senado y Cámara, quienes ven en la experiencia de Cepeda una garantía de orden y jerarquía. Con más de tres décadas de trayectoria legislativa, el nuevo presidente de la colectividad tendrá la tarea de articular la estrategia regional y nacional, priorizando la defensa de la institucionalidad y la seguridad democrática como banderas principales para reconquistar al electorado en los comicios venideros.
Esta decisión reconfigura el mapa de poder dentro de los partidos tradicionales colombianos, posicionando nuevamente al «godo» barranquillero como un interlocutor clave en la política nacional. Se espera que en su primera declaración oficial, Cepeda trace la hoja de ruta que seguirá el conservatismo para definir sus alianzas y su programa de gobierno antes de finalizar el año.
