Por: Federico Senior
Hoy por donde metamos las narices, solo oímos de dos temas, del próximo partido de la Selección de Futbol, y de la reforma tributaria, y Gustavo Petro, feliz, lo del fútbol no es de su resorte, pero sabe bien que todo el mundo habla, opina, se involucra, se distrae y se olvida, que si Díaz, o que si Dayro, o que se yo, es el pasatiempo favorito, jugar a seleccionador, o a comentarista, que de paso sea dicho, profesión (si es que a eso así pueda llamársele), que convoca a los más connotados sabios, científicos, mentes preclaras, conocedores profundos de una de las materias más complejas que tiene la humanidad, el nimio e insustancial jueguito del balompié.
La rendija que deja la discusión del partido, la copa por completo, el tema de la reforma tributaria, esperpento presentado al congreso, que propone concederle mérito tributario a cada una de las cosas que compras, y a casi todas las actividades humanas, nada se salvaría, exceptuadas quedan tan solo, caminar, respirar, pensar, dormir y de pronto hasta expulsar un gas, de resto todo estaría gravado, desde apostar en el partidito de marras, hasta la canequita de aguardiente, si no trabajas como esclavo hasta el día antes de morirte, perderías tu casita, pues el gravamen al patrimonio sería confiscatorio, en pocos años estarías pagando de nuevo el valor equivalente a tu propiedad, como impuesto, en la más satánica y arbitraria imposición, ya que aparte de haber tenido que ir abonando durante decenios el valor de tu bien, tienes que volver a pagárselo al gobierno, a ineludibles cuotas, debido a una incomprensible exigencia, carente de sentido en absoluto, es igual que si tuvieras que sufragar un impuesto al usar una camisa, la que ya tuviste que haber cancelado en el almacén y por la que tendrías que seguir pagando de por vida por el solo hecho de poseerla, piénsenlo, es así de irracional.
El tema central es, que por enésima vez, más bien la de hoy una más de las 1.123 (días que lleva en el poder el gobierno) veces que han puesto en la palestra algún tema, los ha habido de todo olor, color y sabor, robos, sobornos, infidelidades, desapariciones en el medio de inútiles viajes (el de hoy al Japón, ni idea para que), sexo homo, hetero y de cuanto tipo erótico y carnal hayamos tenido noticia, nombramientos aberrantes, de personajes incapaces, impropios, y hasta criminales confesos, hijos que no se criaron, amigos íntimos viviendo en Managua, procesos en la fiscalía, los unos resolviéndose a velocidades ultra sónicas, los otros, abandonados en polvorientas cajas de cartón en inencontrables juzgados, dirigidos por jueces de muy dudosa conducta, proclive al prevaricato, actuado por propia decisión o por amenaza velada de algún funcionario del ejecutivo, amenazas de convocatorias a constituyentes, consultas populares, lucha armada, proclamas de libertad o muerte, señalamientos de nazis, fascistas, opresores, esclavistas a todos aquellos que tienen negocio propio, ofensas a los blancos, (aunque ahora último, también a los negros), propuestas descabelladas para no usar combustibles fósiles, cuando el titular del ejecutivo, es el mejor cliente de Terpel y su kerosene Jet- A1, por ende el mayor contaminador personal del país, de lo que se deduce, o no se da cuenta, o cree que a su 737 lo tanquean con agua bendita, o porque en verdad le importa un bledo la contaminación, el CO2, la vida, y todo lo que no tenga que ver con él y con su descomunal ego, en fin, cada día, Gustavo Francisco Petro Urrego, nos notifica una de sus disparatadas propuestas, con infaltable relleno de suculento escándalo, y así, como a párvulos de kínder, como a muñequitos de titiriteros, nos mantiene ocupados, haciendo desatar todo tipo de reacciones, reuniones, tertulias, discusiones, peleas, así, los medios, a los que dice odiar, los pone a hablar de él, de sus ideas, los enreda, y es que es muy fácil embarullar, es su táctica, hablar sin cesar, encadenando temas uno tras otro, el último más estúpido que el anterior, y todo (y esto lo digo en defensa del presidente) a propósito, porque en verdad (y esto también lo digo en defensa del presidente) no creo que este señor sea tan cretino.
Entonces, la reforma tributaria no es sino otra cortina de humo, que con todo dolo y alevosía, nos impone como tema obligado, a sabiendas de que el Congreso, en pleno año electoral, no le aprobaría de ninguna manera, jamás, eso lo sabe Petro, eso es lo que él quiere, ese argumento, como el de la banderita del rombo negro, la espada del sátrapa de Bolívar, y el supuesto odio que le tienen los nazis, blanquitos de las Toyotas “Cuatro Puertas”, será el que esgrima, para alimentar sus soporíferos discursos, sus (mejor llamarlas) peroratas, que no son sino incoherentes diatribas, calienta pueblo, con la única intención de atizar el odio de clases, y justificar por ahí derecho, el total fracaso de su gobierno, diciendo: “se dan cuenta?, no me aprobaron la reforma, le negaron al pueblo el dinero para el cambio, para los subsidios, para los viejitos, claro, a esos políticos vendidos, oligarcas, fascistas, gringos, no les importan los necesitados…. etcétra… etcétera…..
Volvimos (me incluyo) a caer en la trampa, este trámite de la reforma tributaria, gastara buena parte del tiempo de toda la legislatura, copara todos los espacios en los medios, saturará las redes, ocupara a las bodegas petristas a tope, entre tanto, la ejecutoria del gobierno seguirá estando en ese perverso nivel muy cercano a cero, mientras el país sigue enterrando a las víctimas de guerrillas, narcos, criminales, delincuentes de poca monta, se acaba la salud, el ejército no tiene ni para las raciones, entre tanto, nadie sabe en donde fueron a parar los mas de 300 billones del presupuesto de este año para funcionamiento del estado, que no se han visto por ningún lado, pero en Colombia solo se hablará de futbol y de reforma tributaria, entretanto Gustavito, quemando gasolina a lo loco, se nos fue a Japón, a no hacer nada, y por cuenta de nosotros, Que triste.
Coletilla: No ha habido el más mínimo beneficio, ni para el país, ni para el pueblo, como resultado de ninguno de los incontables viajes fuera del país del presidente, mejor dicho, si no hubiera hecho ni uno solo, todo estaría lo mismo, salvo que nos habríamos ahorrado decenas de miles de millones….. bueno, de seguro, también se los habrían robado…. Que triste.
